Sábado, 13 de Diciembre de 2025

Isla de La Gomera
Sábado, 22 de Abril de 2017
La Poetisa «Isleña» Cesarina Bento: Desde Agulo de La Gomera Hasta La Habana

Cesarina Bento, La Poetisa Desconocida De Agulo

Destacada poetisa canaria que cantó en Cuba. Su obra poética se halla citada en nues­tra literatura canaria, sin embar­go apenas es conocida globalmente. Su más importante poema es «El asesino condenado a muerte»,

[Img #54565]que fue publicado en Santa Cruz de Tenerife por Elías Mújica García en «Poetas Cana­rios, una colección de escogi­das poesías de autores que han florecido en estas islas en el presente siglo».


Cesarina Bento, de ascen­dencia ilustre, nació en Agulo, el 29 de enero de 1844, en el seno de una de las familias  dominantes de la época. Como tantos otros canarios del momento, su padre, José Ramón Bento y Peraza de Ayala, decide que la familia se traslade a Cuba, cuando Cesarina sólo cuenta con diez años de edad. Según se desprende de las cartas que escribió a su hermano Tomás, su padre proyectaba adquirir unas caballerías en San Andrés para hacer una finca, pero el asen­tamiento definitivo en Cuba sería Cárdenas y sus proximidades.


Vivirán en Cuba 9 años. En 1862 los Bento están decididos a volver a La Gomera, pero la marcha se retrasará un año, a causa de una dolencia que padece su madre Josefa Montesino. Finalmente sale de la isla en los últimos días de octubre y llegan a Cádiz el 11 de noviembre de 1863.


Cesarina había escrito en Cuba los poemas iniciales que darían forma a su actividad poé­tica posterior, ya en España, si bien no olvidará a la Perla del Caribe. No escapará a la influen­cia del paisaje cubano, ni a la belleza romántica de los avala­res más dramáticos de la natura­leza. En otra carta a su hermano Tomás le cuenta: « Hemos tenido aquí un temporal de agua y viento todo el día de ayer y par­te de la noche que se creyó que iba a concluir el mundo; feliz­mente aquí no fue tanto como en las palizadas donde hubo un remolino que arrancó las palmas y los plátanos de raíz; también dicen que tumbó una casa de medio para arriba y se la llevó dejándola un poco más lejos como un buque sin palos; los habitantes de allá estaban en el cuarto y el remolino se llevó la sala; también hundió una casa de tabaco; pero gracias a Dios no murió nadie. El río está creci­do, y están arreglando la chalana para ir por las cartas....» NOTA CI­TADA EN «AISLADOS.» PERIÓ­DICO EL MUNDO, AÑO III NÚM. 44 POR CARLOS GAVIÑO DE FRANCHY).


Cesarina escribe sobre su isla natal y de sus mayores, La Gomera, a donde regresará el 13 de marzo de 1870.


Su familia de enorme raigam­bre y poder político, llegando a ser los más ricos de La Gomera, hicieron de mecenas de los más destacados viajeros que recala­ban en la Isla en aquellos mo­mentos. El doctor Verneau fue uno de ellos, y dejó constancia en su crónica de aproximación científica «Cinco años de estan­cia en las Islas Canarias», los agasajos de que fue objeto por la familia de los Bento, en los pueblos de Hermigua y Agulo.

 

[Img #54567]


En periódico EL DIARIO DE TENERIFE de fecha 13 de junio de 1910 aparece una gacetilla necrológica que dice: « D.E.P. En La Gomera ha fallecido la señora doña Cearina Bento Montesino, esposa de don Leo­ncio Bento, a quien lo mismo que a las demás familias de la finada, enviamos nuestro pésa­me».


Su producción literaria se dio a conocer por Sebastián Padrón Acosta en el trabajo «Musa isleña: Anchieta...», publicado en Bibliote­ca Canaria 1940 que dirigía Leoncio Rodríguez.


En el diario de la finada con­fiesa haber escrito varios libros en Cuba, se entiende en viajes posteriores, que permanecían inéditos, salvo el trabajo que había comenzado y que tituló «Las víctimas de un adulador».

 

MIGUEL LEAL CRUZ (Licenciado en Historia y periodismo)

_____________________________________

 

 


Los Hombres- Hojas

 

Hay una clase de.... animales raros

Que aún que tienen dos pies y una cabeza

Donde brillan dos ojos semi-claros

Denotando su engaño ó su bajeza,

Pasar intentan por lucientes faros

Hablando de su honor y su nobleza

Y son Hojas no más que fácilmente

El soplo mueve de ligero ambiente.

 

Ante esas hojas que la brisa lleva

El Tronco se alza soberano, erguido:

La Primavera su verdor renueva;

Con usura le dá lo que ha perdido,

Y su copa gentil al cielo eleva

Sin temer de los vientos el silbido,

Mientras las hojas corren el espacio

Para parar buscando algún palacio.

 

Eres tú el tronco;  Democracia augusta,

Que con placer contemplan los leales.

Alzarse firme, intrépida, robusta,

Contrastando furiosos vendavales.

¿Qué importa pues que la opresión injusta

Vierta su aliento germen de los males

Y en sus últimas, trémulas congojas

De tus troncos se lleve algunas hojas?

 

¡Dejadlas ir! si fáciles olvidan

Los beneficios del materno seno

Y en el de seres sin honor se anidan

De vil adulación entre el veneno:

De su suerte dejadlas que decidan:

Hojas ni fin descansarán en cieno.

Con compasión miradlas solamente

Que son hojas que agita leve ambiente.

 

Agulo,  19 de enero de 1869


Cesarina Bento Casanova

Comentarios
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.26

Todavía no hay comentarios

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.