Martes, 16 de Diciembre de 2025

Isla de La Gomera
Domingo, 28 de Mayo de 2017

Vallehermoso: La cuna del movimiento obrero gomero

Veamos los inicios del asociacionismo obrero: «Se implanta la República y ya comenzó la efervescencia. Entonces aquí organizamos las Delegaciones socialistas en todos los pueblos -nos dice Víctor Cabrera-. Pero desde luego, fíjate,

[Img #55547]INICIOS DEL ASOCIACIONISMO OBRERO


un pueblo que no había recibido la más ligera educación política nunca, que casi no leía, que nada, realmente encontramos un camino muy áspero. No obstante seguimos luchando». Y continúa: «Co­mienza la lucha en el año 32. Vino un compañero de Tenerife, Emiliano Díaz Castro, abogado del partido socialista, y habló aquí. Entonces ya comenzó la lucha por transformar la Socie­dad Obrera que había, de recreo, en una organización de cla­se. Y ya comenzamos nosotros la lucha con los muchachos jóvenes que había dentro, hasta que tumbamos la Directiva que había, que eran precisamente unos empleados de la Casa Fyffes, que estaba antes aquí; y entonces pudimos apoderar­nos de eso y se convirtió ya en Federación Obrera, con el ca­rácter de 'Oficios Varios’. Eso era en el año 32. La '8 de sep­tiembre' se convirtió en Sociedad Obrera».


EL MOVIMIENTO OBRERO SE EXTIENDE


Sede de la Federación Obrera de VallehermosoSede de la Federación Obrera de Vallehermoso


El movimiento obrero se extiende:«Entonces fue crecien­do, fue creciendo, ya nos extendimos a casi todos los barrios, sobre todo Alojera, el Alto Ingenio y Macayo –que fue íntegro para nosotros- Tamargada también casi íntegra; últimamente nos metimos en Chipude, en el Cercado llegamos a tener casi todo, la otra parte no porque la influencia del cura hacía que la gente fuera un poco más reacia; en La Dama no nos había­mos metido todavía, ya en el 36 fue cuando fuimos a organi­zar en La Dama y La Rajita», nos cuenta Víctor Cabrera.


Y veamos el papel de Guillermo Ascanio:«Guillermo tuvo que salir de aquí y se fue a Barcelona, porque él tenía que estudiar. Después regresó y ya vino con filiación comunista, pero bueno, él no obstante no interfirió la propaganda socia­lista que se estaba haciendo; porque claro él comprendía que estábamos dentro de una línea que había que seguir. Sin em­bargo hablaba 'que había que evitar toda orientación refor­mista' y todas esas cosas. También en eso estábamos todos perfectamente de acuerdo», recuerda Víctor Cabrera.


En este ambiente se movió Guillermo Ascanio como pez en el agua, y como dice un testimoniante: «Tenía una cosa especial hacia la política. Era un torrente hablando. Fue a decir un mitin a Macayo, y la gente así, todo el mundo todo el mundo, y todo lo que dijo fue la realidad».


Un veterano comunista afirma: «Fue el introductor de las ideas comunistas en Vallehermoso. Cuando venía de vacacio­nes se reunía con jóvenes y luego se formaron células por ba­rrios -de cinco personas que se reunían para debatir y leer libros».


Sin la figura de Guillermo Ascanio no se puede entender el desarrollo del movimiento obrero gomeroSin la figura de Guillermo Ascanio no se puede entender el desarrollo del movimiento obrero gomero

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Guillermo Ascanio escribe, en julio de 1932, un artículo, 'Sig­nificación y consecuencias de la huelga del puerto de Tenerife', aparecido el 6 de agosto de 1932 en el semanario ESPARTACO, del que entresacamos un análisis clarificador de las posiciones adoptadas por la burguesía tras el advenimiento de la II República y la fuerza ascendente del proletariado: 'La proclamación de la República introdujo en Canarias una nueva disposición de fuerzas entre las clases dominantes y las dominadas. La dominación polí­tica se venía ejerciendo por medio de una serie de pequeños caci­ques asentados en los distritos rurales o en las capitales, cuya ca­racterística era siempre la independencia de unos con otros, liga­dos por lazos muy ligeros de 'amistad' política. Esta dominación, aislados, sin conexiones, era demasiado débil para resistir el em­puje de las fuerzas obreras que iban naciendo. La burguesía, al proclamarse la República, transforma la dominación caciquil frag­mentaria, en una dominación política centralizada a base del parti­do Republicano. En Santa Cruz los republicanos logran tener una mayor influencia política sobre las masas obreras, y es a base de esa influencia como logran consolidar sus posiciones dominantes en toda la Provincia, adueñados de todos los órganos de poder. Por incomprensión de la transformación monarquía-república, y del papel contrarrevolucionario y antiobrero que los republicanos habían de jugar en ella, o bien por traición premeditada, los diri­gentes de la Federación de Tenerife jugaron un papel importante en la consolidación burguesa sobre las masas obreras y campesi­nas, por la alianza de unos y la tolerancia de otros para con los dirigentes del republicanismo histórico. En algunas islas -Palma, Gomera-, la lucha va dirigida contra todas las formas de domina­ción política de la burguesía-caciquismo, republicanismo, etc.».


El ascenso imparable del asociacionismo obrero, hace mani­festar a un cacique: «En la República fue cuando se destaparon las propagandas y se hablaba de los abusos que se cometían contra la gente trabajadora. Y yo he dicho que sí, efectiva­mente, por parte de ciertas personas se cometían abusos, pero yo no estimaba que tuvieran importancia; pero sí consideraba que el mayor abuso que había de las personas era abusar de la ignorancia, es decir, fundado en la ignorancia del que oía hablar, enfrentarlo con el hermano o con el fulano de enfren­te: enfrentar a una clase social con otra. Como usted empiece a hablar a los mozos, todo lo que sea hablar mal de fulano, mengano... eso sí lo entienden».


LOS GRUPOS SOCIALES


El cambio formal de nombre del Estado, de Monarquía a República, no hizo tambalear el poder económico, político y so­cial de los detentadores del mismo 'de toda la vida'. Esto se tras­luce en el siguiente testimonio: «Los caciques tenían dinero y te­nían tierras. La tierra se la trabajaban los medianeros, los explotaban; el medianero estaba trabajando por menos de la mitad. Y claro, ellos vivían de eso. Existió el verdadero caciquismo. Hubo pobreza. También había gente 'ricacha' que tenían sus casas y vivían de sus tierras, por eso se les conside­raba así. Pero también había gente pobre, que fue algo terri­ble».


Ante este clima social, la Iglesia -casi siempre aliada con los poderosos- no supo protagonizar un papel de mediadora: «Se llegaba al extremo, la iglesia -la única que había en el pue­blo-, haber bancos para las señoras ricas del pueblo; enton­ces, si yo por casualidad, como era una niña del pueblo, me sentaba, me cogía por la oreja el sacristán y me ponía en la puerta de la calle. Eso existió en mi pueblo».


Y la clase acomodada fomentó la discriminación entre los propios niños: «A mí decirme señoras del pueblo, porque como me crié en la escuela con todas las ricas de allí, pues mientras fui una niña siempre estuve unida a ellas. Entonces llegarme a decir a mí, señoras del pueblo: 'Tú te crees... vete buscándote amiguitas, porque las niñas contigo no van a seguir saliendo”. ‘Las niñas' eran las ricas; que yo a los 13 años, ya yo me fuera. Por eso me fui de la iglesia, eh, y me fui de todas esas amistades, y me hice una comunista, me fui a la Federación Obrera, con los míos».

 

Ricardo García Luis - Juan Manuel Torres Vera. Vallehermoso "el fogueo": toma de conciencia popular, resistencia y represión (1930-1942)

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