Piden 12 años para el acusado de agresión sexual que dejó a la víctima junto a la basura
La Fiscalía de Santa Cruz de Tenerife ha pedido para un hombre acusado de agresión sexual y lesiones 12 años de cárcel y el pago de una indemnización de 20.000 euros.
Como penas accesorias se solicita que no se aproxime a la víctima a menos de medio kilómetro ni comunique con la misma durante diez años y permanezca otros cuatro más en libertad vigilada.
La indemnización busca compensar por los sufrimientos psicológicos generados y las lesiones sufridas pero el Ministerio Público también acepta el atenuante de dilaciones indebidas.
Según el relato de la Fiscalía, al parecer el acusado entabló conversación con la víctima cuando ésta se encontraba en estado de embriaguez y le ofreció enseñarle un piso de alquiler que la mujer buscaba.
Al llegar al edificio que estaba abandonado, el hombre presuntamente la golpeó fuertemente contra un muro por lo que la mujer quedó inconsciente.
Esta circunstancia fue, según la Fiscalía, aprovechada para despojarla de toda la ropa y presuntamente agredirla sexualmente para después dejarla abandonada sobre un montón de basura, latas y jeringuillas, entre las que se despertó.
La mujer acudió a buscar ayuda a la casa de un amigo quien al verla en tan mal estado con la ropa mojada y heridas en la cabeza la trasladó al Hospital Universitario de Canarias (HUC) donde le realizaron diversas pruebas y análisis.
La denunciante tenía un hematoma violáceo en la frente, en el ojo izquierdo, en la mandíbula, labios, nalga, espalda, región extragenital y en la cadera, además de presentar una importante suciedad por el sitio en el que permaneció abandonada.
La mujer tardó 258 días en curarse durante los que no pudo desarrollar una vida normal y en su momento fue remitida con carácter urgente desde su Centro de Salud a la Unidad de Salud Mental dado que sufría de insomnio y llanto fácil.
“El estado general es acorde a las circunstancias puesto que está muy temerosa, requiere acompañamiento constante, presenta síntomas de ansiedad moderada, con insomnio y sueño agitado, movimientos de balanceo”, se indica en el informe.
En el mismo documento se recoge que la mujer tiene miedo a ser nuevamente agredida o a que a su familia le ocurra algo y se han reactivado hechos traumáticos de su infancia, por lo que se prescribió el correspondiente tratamiento.
Tras los análisis genéticos realizados con muestras extraídas de las uñas de la víctima se detectó la presencia de ADN y semen que coincidía de forma indubitada con el perfil del supuesto autor de la agresión.
Como penas accesorias se solicita que no se aproxime a la víctima a menos de medio kilómetro ni comunique con la misma durante diez años y permanezca otros cuatro más en libertad vigilada.
La indemnización busca compensar por los sufrimientos psicológicos generados y las lesiones sufridas pero el Ministerio Público también acepta el atenuante de dilaciones indebidas.
Según el relato de la Fiscalía, al parecer el acusado entabló conversación con la víctima cuando ésta se encontraba en estado de embriaguez y le ofreció enseñarle un piso de alquiler que la mujer buscaba.
Al llegar al edificio que estaba abandonado, el hombre presuntamente la golpeó fuertemente contra un muro por lo que la mujer quedó inconsciente.
Esta circunstancia fue, según la Fiscalía, aprovechada para despojarla de toda la ropa y presuntamente agredirla sexualmente para después dejarla abandonada sobre un montón de basura, latas y jeringuillas, entre las que se despertó.
La mujer acudió a buscar ayuda a la casa de un amigo quien al verla en tan mal estado con la ropa mojada y heridas en la cabeza la trasladó al Hospital Universitario de Canarias (HUC) donde le realizaron diversas pruebas y análisis.
La denunciante tenía un hematoma violáceo en la frente, en el ojo izquierdo, en la mandíbula, labios, nalga, espalda, región extragenital y en la cadera, además de presentar una importante suciedad por el sitio en el que permaneció abandonada.
La mujer tardó 258 días en curarse durante los que no pudo desarrollar una vida normal y en su momento fue remitida con carácter urgente desde su Centro de Salud a la Unidad de Salud Mental dado que sufría de insomnio y llanto fácil.
“El estado general es acorde a las circunstancias puesto que está muy temerosa, requiere acompañamiento constante, presenta síntomas de ansiedad moderada, con insomnio y sueño agitado, movimientos de balanceo”, se indica en el informe.
En el mismo documento se recoge que la mujer tiene miedo a ser nuevamente agredida o a que a su familia le ocurra algo y se han reactivado hechos traumáticos de su infancia, por lo que se prescribió el correspondiente tratamiento.
Tras los análisis genéticos realizados con muestras extraídas de las uñas de la víctima se detectó la presencia de ADN y semen que coincidía de forma indubitada con el perfil del supuesto autor de la agresión.
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