Lunes, 22 de Septiembre de 2025

Efe / Santa Cruz de Tenerife
Miércoles, 20 de Noviembre de 2024

La Fiscalía aceptaría un delito de maltrato familiar para acusado de intento de homicidio

La Fiscalía de Santa Cruz de Tenerife ha aceptado como alternativa que un delito que inicialmente había tipificado como intento de homicidio de un hombre a su expareja se considere maltrato familiar con lo cual las penas pasaría de los nueve años que pedía inicialmente a un máximo de tres.


En el juicio celebrado esta mañana en la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife, la Fiscalía solicita por el quebrantamiento de condena un año y mantiene las petición de sanciones por las lesiones leves que sufrieron sus hijas, además de solicitar que se aplique el agravante de parentesco y descarta el atenuante de consumo de bebidas alcohólicas.

En la sesión, la acusación particular ha solicitado cinco años de cárcel por intento homicidio y quebrantamiento condena, el pago a las hijas de 64 euros por cada uno de los cinco días que tardaron en curar sus heridas y una indemnización a la expareja de 10.000 euros por los daños morales y psíquicos causados.

La defensa mantiene la absolución pero como alternativa cree que como mucho se estaría ante un delito de lesiones leves, tanto a la mujer como a las hijas, a lo que se sumaría el quebrantamiento de condena.

Considera que el relato de su cliente es verosímil en cuanto señala que estaba durmiendo cuando su expareja le dijo que abandonara la casa y ahí empezó el forcejeo.

Justifica que la agarrara por el cuello porque no quería que se supiera que estaba en el domicilio dada la orden de alejamiento vigente y mantiene que las heridas en el cuello tienen su origen en el “agitamiento” de la pelea pero ratifica que no hubo nunca intención de matar.

El abogado rechaza el pago de la indemnización de 10.000 euros solicitada por la Acusación al no demostrarse los daños psíquicos que alega la denunciante.

Durante el juicio, la mujer relató que se habían casado en Cuba en 2016, que sufrió reiterados maltratos por lo que retomaban y dejaban la relación cada cierto tiempo hasta aquel 11 de diciembre de 2023 en el que, según asegura intentó asfixiarla, además de haber quebrantado dos veces la orden de alejamiento y causar lesiones a sus hijas.

Por la mañana, a petición de él, se habían reunido en un sitio público para pedirle que retirara la prohibición de acercarse a ella, a lo que se negó por lo que aquella noche llegó a la vivienda en estado de embriaguez, le abrió la puerta sin saber que era él y entonces comenzó la discusión por el mismo motivo.

Según el testimonio de la mujer, previamente había dicho: “¿La voy a matar? ¿No la voy matar? Sí, la voy a matar” y luego la tiró sobre la cama y con una mano tapaba su boca y con otra agarraba su cuello con la supuesta intención de asfixiarla.

Cuando las hijas oyeron el altercado se acercaron al cuarto e intentaron que el padre cesara la agresión pero al contrario también resultaron lesionadas. Una de ellas pidió ayuda a una vecina que fue quien consiguió parar al hombre a base de empujarlo y luego llegaría la policía que detuvo al acusado una hora después.

La mujer ha asegurado que llegó a temer por su vida y no alberga duda de que efectivamente el hombre quería matarla, lo que habría conseguido de no ser por la intervención de sus hijas y la vecina.

La forense que la examinó dos días después considera que las lesiones leves que presentaba la denunciante en el cuello eran compatibles con haber sido víctima de un intento de asfixia y de ahí que haya alegado que sufrió mareos, no oía y tampoco recuerda como ocurrió todo.

Los policías nacionales declararon que cuando llegaron al lugar encontraron a la mujer muy nerviosa porque según decía su expareja la había intentado asfixiar y efectivamente vieron que tenía una marca roja en el cuello. Cuando detuvieron al hombre, que está desde entonces en prisión preventiva, certificaron que olía a alcohol y era imposible mantener una conversación coherente con él.

Una de las hijas relató que aquella noche oyó ruidos como cuando se mueven los muebles y apenas era perceptible un gemido por lo que las dos entraron en el cuarto donde encontraron a su padre encima de su madre tapándole la boca. Le pidieron que se apartara y lo empujaron ante lo que su padre reaccionó causándoles algunas lesiones, entonces la madre pudo pedirle a una de ellas que llamara al 112.

 

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