Acusado de robo con múltiples antecedentes lo achaca a que es "una leyenda" en su pueblo
Un hombre acusado de un delito de robo con fuerza en casa habitada que ha sido condenado en otras 18 ocasiones por delitos similares ha alegado en el juicio que siempre sospechan de él porque es "una leyenda" en su pueblo, Igueste de Candelaria, pero ha asegurado que ya ha "pasado página".
La Fiscalía solicita una pena de seis años de cárcel y la devolución de un anillo de boda y 500 euros que supuestamente sustrajo el acusado en una vivienda de este barrio el 14 de junio de 2023.
El encausado ha declarado que ese día había ido al sur con su pareja cuando la Guardia Civil se personó en la casa de su madre y entonces, tras recibir una llamada de ésta, optó por personarse en el cuartel de la Benemérita donde le aconsejaron que reconociera los hechos, tal y como hizo en sede judicial, aunque dice ser inocente.
Ha admitido su abultado pasado delictivo pero ha dicho: “ya he cumplido. Lo que pasa es que cada vez que ocurre algo parecido en el pueblo me echan la culpa a mí. La Guardia Civil y la gente la tienen cogida conmigo y siempre me están machacando, machacando, machacando”.
Al inicio del juicio, celebrado en la Audiencia de Santa Cruz de Tenerife, el encausado, que se encuentra en prisión provisional por otros delitos presuntamente cometidos este año, ha dicho no estar de acuerdo con el abogado de oficio que le habían designado y que tenía otro de pago que no había podido venir porque estaba de viaje.
La Sala ha rechazado suspender la sesión y le ha recordado que ya son varios los letrados gratuitos que le han concedido, que debía haber avisado con tiempo y que por su historial delictivo tendría que saber cómo funcionan este tipo de trámites judiciales.
Su defensa ha esgrimido que es inocente y que las acusaciones se basan en unas imágenes borrosas extraídas de las cámaras de seguridad de la casa, un tatuaje en el pie que tampoco se ve claramente y que podría ser de muchas personas, y especialmente por su pasado delictivo.
La dueña de la vivienda ha recordado que aquel día, sobre las nueve de la mañana, la llamaron los responsables de la compañía que gestiona la alarma y que cuando llegó a la casa vio que faltaba la alianza que había dejado sobre una mesa y que la caja fuerte en la guardaban 500 euros para el bautizo de su hijo había sido forzada.
Cuando le enseñaron las imágenes inmediatamente reconoció al procesado por la fama que tiene en el pueblo y porque hacía unos cinco años había intentado robar en la casa de un familiar suyo y lo encontraron colgando de una ventaja.
En esta ocasión sospecha que entró por una ventana que está a una altura de un metro y medio pero que no estaba forzada.
Los guardias civiles que participaron en el juicio también han indicado que lo identificaron con rapidez por las imágenes obtenidas de las cámaras de seguridad, dado que lo conocían de las múltiples ocasiones en las que ha sido detenido y por el tatuaje que lleva en una pierna.
La Fiscalía solicita una pena de seis años de cárcel y la devolución de un anillo de boda y 500 euros que supuestamente sustrajo el acusado en una vivienda de este barrio el 14 de junio de 2023.
El encausado ha declarado que ese día había ido al sur con su pareja cuando la Guardia Civil se personó en la casa de su madre y entonces, tras recibir una llamada de ésta, optó por personarse en el cuartel de la Benemérita donde le aconsejaron que reconociera los hechos, tal y como hizo en sede judicial, aunque dice ser inocente.
Ha admitido su abultado pasado delictivo pero ha dicho: “ya he cumplido. Lo que pasa es que cada vez que ocurre algo parecido en el pueblo me echan la culpa a mí. La Guardia Civil y la gente la tienen cogida conmigo y siempre me están machacando, machacando, machacando”.
Al inicio del juicio, celebrado en la Audiencia de Santa Cruz de Tenerife, el encausado, que se encuentra en prisión provisional por otros delitos presuntamente cometidos este año, ha dicho no estar de acuerdo con el abogado de oficio que le habían designado y que tenía otro de pago que no había podido venir porque estaba de viaje.
La Sala ha rechazado suspender la sesión y le ha recordado que ya son varios los letrados gratuitos que le han concedido, que debía haber avisado con tiempo y que por su historial delictivo tendría que saber cómo funcionan este tipo de trámites judiciales.
Su defensa ha esgrimido que es inocente y que las acusaciones se basan en unas imágenes borrosas extraídas de las cámaras de seguridad de la casa, un tatuaje en el pie que tampoco se ve claramente y que podría ser de muchas personas, y especialmente por su pasado delictivo.
La dueña de la vivienda ha recordado que aquel día, sobre las nueve de la mañana, la llamaron los responsables de la compañía que gestiona la alarma y que cuando llegó a la casa vio que faltaba la alianza que había dejado sobre una mesa y que la caja fuerte en la guardaban 500 euros para el bautizo de su hijo había sido forzada.
Cuando le enseñaron las imágenes inmediatamente reconoció al procesado por la fama que tiene en el pueblo y porque hacía unos cinco años había intentado robar en la casa de un familiar suyo y lo encontraron colgando de una ventaja.
En esta ocasión sospecha que entró por una ventana que está a una altura de un metro y medio pero que no estaba forzada.
Los guardias civiles que participaron en el juicio también han indicado que lo identificaron con rapidez por las imágenes obtenidas de las cámaras de seguridad, dado que lo conocían de las múltiples ocasiones en las que ha sido detenido y por el tatuaje que lleva en una pierna.
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