Condenada porque presentó una denuncia falsa contra su expareja por amenazas

Los hechos tuvieron lugar el 31 de agosto de 2022 en La Laguna (Tenerife) cuando, “con perfecto conocimiento del carácter mendaz de sus afirmaciones”, dijo que el hombre se dirigió dos días antes a gritos diciéndole de forma intimidatoria que le iba a borrar la sonrisa de la cara, con motivo de la recogida del hijo común en un punto de encuentro.

La investigación la realizó un Juzgado de La Laguna y en su momento el hombre declaró como investigado, pero fueron archivadas las actuaciones al constatarse la falsedad de las imputaciones de quien a continuación resultó condenada.

Tras la sentencia en primera instancia la mujer recurrió a la Audiencia que acaba de ratificar el fallo inicial.

La procesada pedía la revocación de la sentencia alegando la existencia de un error en la valoración de la prueba, puesto que durante el juicio la declaración del hombre, y de un amigo que hizo de testigo, resultaron “totalmente contradictorias con las suyas y las de las personas que avalaron su relato, entre ellas su nueva pareja.

También alegó que el Juzgado había fallado en la fijación cronológica de los hechos, puesto que se reprodujeron unos videos grabados por el denunciante que llevaron a la juez a rechazar la denuncia, cuando lo cierto es que las amenazas habrían tenido lugar antes de que se iniciaran las grabaciones.

La Audiencia cree que la valoración de la magistrada “debe ser respetada”, que no aprecia elementos que demuestren error alguno y se basan en un soporte audiovisual que fue exhibido durante la vista, que concluyó con la que la denunciante se convirtiera en acusada y ahora condenada.

La Audiencia coincide con el Juzgado en que las demandas “no pueden basarse en móviles de resentimiento, enemistad, venganza u otra razón espuria que pueda enturbiar su credibilidad”.

En este caso sólo se contaba con el testimonio del acusado, de la denunciante y sus respectivos testigos, quienes en el caso del hombre señalaron que cuando fue a entregar al niño, no encontraron a la acusada, si bien cuando caminaba se dio cuenta de que el coche del marido de la mujer se acercaba a ellos.

En ese momento el acusado comenzó a grabar puesto que ya había tenido otros problemas con ella y su pareja quienes cuando pasaron a su lado le tiraron los medicamentos del menor por la ventanilla.

La acusada ofreció la versión de que cuando acudió al lugar para recoger el niño el hombre le dijo que el niño llevaba una medicina y por medio de un técnico le preguntó para qué era, sin recibir respuesta.

Por ello, una vez fuera del punto de encuentro paró el coche en el que iba para pedirles los informe médicos del menor, a lo que se negó el hombre lo que hizo que se riera por impotencia , momento en el que su anterior pareja le dijo: “Te voy a borrar la sonrisa de la cara”.

A continuación volvió a entrar en el coche y el padre y su amigo pasaron a su lado que fue cuando su expareja tiró los medicamentos por la ventanilla.

La mujer asegura que existe una contradicción entre la versión que ofrecieron éstos, dado que uno dijo que había comenzado a grabar a una distancia de 500 metros y otro señaló que habían sido 50, por lo que las amenazas habrían tenido lugar con anterioridad.

La sala no ve que sean argumentos contradictorios de relevancia dado que ambos aseguraron que la grabación se inició pasados unos metros del Punto de Encuentro, sin determinar distancias exactas.