Pena de cárcel por golpear a una mujer en la cabeza cuando hacían cola en una farmacia
La Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife ha ratificado la condena de un año y medio de cárcel y el pago de una indemnización de 800 euros a una mujer que lesionó a otra con un objeto contundente, que se sospecha que fue el tacón de un zapato que llevaba en el bolso, mientras hacían cola en una farmacia de la capital tinerfeña.
Además, un Juzgado de lo Penal determinó en primera instancia que la procesada deberá abonar los gastos médicos que no hayan sido cubiertos por la Seguridad Social que fueron necesarios para la curación total de la agredida.
Los hechos tuvieron lugar el 19 de abril de 2024 sobre las ocho de la mañana cuando la acusada hacía cola en el establecimiento situado en el centro de la ciudad y sin que se sepa la razón al sentirse molesta con la persona que estaba delante, una mujer de 57 años, le propinó un golpe en la cabeza con un objeto contundente.
Como consecuencia esta última se quedó “malherida, mareada y sangrando” con una herida abierta en la parte trasera del cráneo, dándose a la fuga la agresora aunque minutos después agentes de la Policía Nacional la buscaron y localizaron procediendo a su detención.
La agredida tuvo que ser atendida por una ambulancia y después trasladada al servicio de urgencias del Hospital de La Candelaria donde le aplicaron ocho grapas de manera que precisó para la curación ocho días sin que en la actualidad presente secuelas.
La procesada negó los hechos y aunque reconoce que estuvo en ese lugar aseguró que nunca atacó a la denunciante si no que hubo una discusión con la misma, y luego ésta le pidió dinero y como se negó a dárselo continuó su camino sin más.
La Fiscalía consideró que este relato era incoherente en cuanto que por un lado se reconocía que hubo una discusión pero luego se dice que no conocía de nada a la denunciante y también niega que llevase un casco con el que supuestamente la víctima pensó que había sido golpeada.
En la fase de instrucción la víctima dijo que la farmacia estaba cerrada, como también indicó la detenida, que no había cola y que nunca se peleó con la denunciada, que ésta se encontraba detrás y sintió como la golpearon en la parte trasera de la cabeza y al tocarse notó que tenía sangre.
Entonces se puso muy nerviosa, aunque por suerte había agentes policiales por el lugar quienes detuvieron a la autora de los hechos.
Esta versión fue corroborada por testimonios de los efectivos quienes ratificaron que habían visto a la acusada por aquel entorno y tras perseguirla y darle el alta siguió corriendo por lo que fue interceptada por un coche policial y detenida.
Entonces, sin ser preguntada comenzó a gritar diciendo que la mujer “se golpeó sola” y al momento la policía comprobó que llevaba un bolso de grandes dimensiones en cuyo interior se veían múltiples objetos, sobresaliendo un zapato de tacón grueso, que fue con el que se supone que la golpeó y no un casco como creía la víctima.
Además, un Juzgado de lo Penal determinó en primera instancia que la procesada deberá abonar los gastos médicos que no hayan sido cubiertos por la Seguridad Social que fueron necesarios para la curación total de la agredida.
Los hechos tuvieron lugar el 19 de abril de 2024 sobre las ocho de la mañana cuando la acusada hacía cola en el establecimiento situado en el centro de la ciudad y sin que se sepa la razón al sentirse molesta con la persona que estaba delante, una mujer de 57 años, le propinó un golpe en la cabeza con un objeto contundente.
Como consecuencia esta última se quedó “malherida, mareada y sangrando” con una herida abierta en la parte trasera del cráneo, dándose a la fuga la agresora aunque minutos después agentes de la Policía Nacional la buscaron y localizaron procediendo a su detención.
La agredida tuvo que ser atendida por una ambulancia y después trasladada al servicio de urgencias del Hospital de La Candelaria donde le aplicaron ocho grapas de manera que precisó para la curación ocho días sin que en la actualidad presente secuelas.
La procesada negó los hechos y aunque reconoce que estuvo en ese lugar aseguró que nunca atacó a la denunciante si no que hubo una discusión con la misma, y luego ésta le pidió dinero y como se negó a dárselo continuó su camino sin más.
La Fiscalía consideró que este relato era incoherente en cuanto que por un lado se reconocía que hubo una discusión pero luego se dice que no conocía de nada a la denunciante y también niega que llevase un casco con el que supuestamente la víctima pensó que había sido golpeada.
En la fase de instrucción la víctima dijo que la farmacia estaba cerrada, como también indicó la detenida, que no había cola y que nunca se peleó con la denunciada, que ésta se encontraba detrás y sintió como la golpearon en la parte trasera de la cabeza y al tocarse notó que tenía sangre.
Entonces se puso muy nerviosa, aunque por suerte había agentes policiales por el lugar quienes detuvieron a la autora de los hechos.
Esta versión fue corroborada por testimonios de los efectivos quienes ratificaron que habían visto a la acusada por aquel entorno y tras perseguirla y darle el alta siguió corriendo por lo que fue interceptada por un coche policial y detenida.
Entonces, sin ser preguntada comenzó a gritar diciendo que la mujer “se golpeó sola” y al momento la policía comprobó que llevaba un bolso de grandes dimensiones en cuyo interior se veían múltiples objetos, sobresaliendo un zapato de tacón grueso, que fue con el que se supone que la golpeó y no un casco como creía la víctima.
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