Suspendido un guardia civil de Tenerife por eludir revisiones médicas tras 5 años de baja
La Sala de lo Militar del Tribunal Supremo (TS) ha ratificado la sanción a un guardia civil destacado en Candelaria (Tenerife), a quien se impuso un año de suspensión de empleo por desobediencia grave tras eludir las órdenes de acudir al reconocimiento médico para revisar una baja de 5 años.
El sancionado fue citado en hasta seis ocasiones, en las que se le obligaba a someterse a estos reconocimientos, pero al final desobedeció los mandatos “notificados y advertencias de sus posibles consecuencias”.
En estos casos aportaba informes médicos de otros facultativos alegando patologías que no probaban un alegado padecimiento “urgentísimo” para eludir las citas, tales como gastroenteritis, ansiedad y dolor de cabeza.
Nunca constó que el guardia civil hubiese acudido de manera presencial o telemática a las consultas con el psiquiatra especialista que lo trataba, hasta que finalmente el 1 de agosto de 2021 se incorporó al servicio activo.
El TS ha concluido que “valorados racionalmente el conjunto de las pruebas practicadas” se viene a demostrar la intención del recurrente a sustraerse a todo control médico, dilatando de manera fraudulenta la baja médica a la que se había acogido desde 2016”.
Durante este tiempo presentó partes médicos por causas distintas que eran expedidos el mismo día en el que era citado para revisar la baja a fin de “dar cobertura formal a su incomparecencia”, señala la sentencia.
Al TS le llama la atención no tanto el número de veces que incumplió las órdenes, “sino sobre todo la coincidencia de cada una de las comparecencias ya fijadas con los días en que se manifestaron determinadas dolencias o circunstancias, entre las que mediaba un periodo de tiempo considerable”.
En las ocasiones en las que se le ordenaba comparecer el sancionado sufría alguna enfermedad, en ciertos casos de la misma patología y en otras diferente, pero nunca se reflejó a qué clínica ni hora acudió a otros médicos cuando tenía citas con los designados por sus mandos.
También se le acusa de evacuar informes que no guardan relación con la patología alegada para acogerse a la baja o justificar porqué no cumplía las órdenes ni acreditan que estuviera incapacitado, física o psíquicamente, para acudir a los reconocimientos médicos que debía pasar en su Unidad.
El guardia civil aseguró que jamás tuvo intención de sustraerse a las citas programadas pero el TS no da crédito alguno a sus palabras ya que en ningún caso propuso una cita alternativa.
Cuando se le preguntó por el motivo de sus incomparecencias “manifestó de forma lacónica que aportaba informes que justificaban sus ausencias, competencia que recae en la autoridad que le ordenó acudir a los especialistas en fechas determinadas”, indica el fallo.
El sancionado fue citado en hasta seis ocasiones, en las que se le obligaba a someterse a estos reconocimientos, pero al final desobedeció los mandatos “notificados y advertencias de sus posibles consecuencias”.
En estos casos aportaba informes médicos de otros facultativos alegando patologías que no probaban un alegado padecimiento “urgentísimo” para eludir las citas, tales como gastroenteritis, ansiedad y dolor de cabeza.
Nunca constó que el guardia civil hubiese acudido de manera presencial o telemática a las consultas con el psiquiatra especialista que lo trataba, hasta que finalmente el 1 de agosto de 2021 se incorporó al servicio activo.
El TS ha concluido que “valorados racionalmente el conjunto de las pruebas practicadas” se viene a demostrar la intención del recurrente a sustraerse a todo control médico, dilatando de manera fraudulenta la baja médica a la que se había acogido desde 2016”.
Durante este tiempo presentó partes médicos por causas distintas que eran expedidos el mismo día en el que era citado para revisar la baja a fin de “dar cobertura formal a su incomparecencia”, señala la sentencia.
Al TS le llama la atención no tanto el número de veces que incumplió las órdenes, “sino sobre todo la coincidencia de cada una de las comparecencias ya fijadas con los días en que se manifestaron determinadas dolencias o circunstancias, entre las que mediaba un periodo de tiempo considerable”.
En las ocasiones en las que se le ordenaba comparecer el sancionado sufría alguna enfermedad, en ciertos casos de la misma patología y en otras diferente, pero nunca se reflejó a qué clínica ni hora acudió a otros médicos cuando tenía citas con los designados por sus mandos.
También se le acusa de evacuar informes que no guardan relación con la patología alegada para acogerse a la baja o justificar porqué no cumplía las órdenes ni acreditan que estuviera incapacitado, física o psíquicamente, para acudir a los reconocimientos médicos que debía pasar en su Unidad.
El guardia civil aseguró que jamás tuvo intención de sustraerse a las citas programadas pero el TS no da crédito alguno a sus palabras ya que en ningún caso propuso una cita alternativa.
Cuando se le preguntó por el motivo de sus incomparecencias “manifestó de forma lacónica que aportaba informes que justificaban sus ausencias, competencia que recae en la autoridad que le ordenó acudir a los especialistas en fechas determinadas”, indica el fallo.
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