Sanidad recomienda adaptar horarios y limitar el uso de pantallas para la vuelta al cole
La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, a través de la Dirección General de Salud Pública, ha lanzado una serie de recomendaciones para la vuelta al colegio, entre las que incluye adaptar unas semanas antes las horas de sueño al horario escolar y establecer "límites claros" del uso de pantallas.
![[Img #100588]](https://gomeraverde.es/upload/images/09_2025/6362_00.jpg)
Los expertos recomiendan dejar tiempo para que los niños y niñas se adapten a cualquier situación nueva, como ir al colegio por primera vez, iniciar un curso escolar o cambiar de etapa educativa.
Por eso, destacan la importancia de hablarles de los aspectos positivos de volver al centro de estudios, como ver a sus amistades, conocer a nuevos compañeros de clase o participar en deportes u otras actividades, señala Sanidad en un comunicado.
Y de saber si hay algo les preocupa, transmitirles seguridad y confianza en sí mismos.
Asimismo, señalan que aunque es normal tener nervios e inquietudes ante cualquier situación nueva, una cantidad reducida de menores desarrollan síntomas físicos de ansiedad, como dolor de cabeza o de estómago cuando empiezan a ir al colegio.
Si les preocupa que la reacción vaya más allá de "los nervios normales" de la vuelta al colegio, se recomienda consultarlo con su profesional sanitario o con el personal docente del centro educativo.
Sanidad recuerda que el descanso es fundamental en cualquier etapa de la vida, pero aún lo es más en la infancia, ya que los niños y niñas se encuentran en un proceso de crecimiento, tanto físico como mental.
Lo recomendable para un buen rendimiento escolar es que se duerma por término medio entre nueve y diez horas, con lo que se aconseja establecer "una hora razonable" para acostarse que garantice las horas de sueño recomendables.
Cuando el menor duerme poco tiempo o tiene un sueño interrumpido, las capacidades de aprendizaje, concentración y memoria se ven afectadas.
Pautas de alimentación y ejercicio
Sanidad también hace hincapié en la importancia de un buen desayuno para empezar el día con más energía cansarse menos en las tareas escolares. Por eso, la familia debe tratar de organizar el tiempo para que el niño y la niña puedan disfrutar de esta comida.
Se recomienda que el desayuno esté conformado por lácteos (leche, yogur no azucarado, queso), cereales integrales (gofio, pan, copos), frutos secos y fruta fresca.
La comida que los niños toman en el recreo de media mañana y en la merienda puede complementar a la alimentación del día y debe ser sana: un bocadillo, un vaso de leche o un yogur, o fruta. Este complemento es primordial sobre todo si hay deportes o actividades extraescolares, enfatiza Sanidad.
Según las recomendaciones sobre actividad física de la Organización Mundial de la Salud, los niños de entre 5 y 17 años deben realizar, al menos, sesenta minutos al día de actividad de intensidad moderada o vigorosa.
La actividad física regular ayuda a mantener un peso saludable, mejora la función cardiológica y metabólica y favorece la fuerza muscular y la masa ósea.
Además, los beneficios a nivel psicológico y social se asocian a un mejor rendimiento académico, más autoestima y una disminución del riesgo de ansiedad y depresión. La actividad física también ofrece oportunidades de socialización y de aprendizaje de habilidades.
Independientemente de la actividad física realizada, el comportamiento sedentario tiene que limitarse a menos de dos horas al día, como es ver la televisión, jugar con videoconsolas o usar el ordenador. Para los niños menores de cinco años, la recomendación se reduce a una hora diaria.
Mochilas y posturas
Para mantener sana la espala de los niños se recomienda que no lleven más del 10% o 15% de su peso corporal dentro de las mochilas. Es decir, si el peso del escolar es de 40 kilos, la mochila no debe superar los cuatro o 4,5 kilos.
Además, el peso tiene que estar bien distribuido sobre los hombros recomendándose que la mochila tenga dos cintas anchas y acolchadas, y a la hora de llevarla se debe tener en cuenta que debe estar colocada a la altura de la zona lumbar o entre las caderas.
La postura del niño es fundamental a la hora de prevenir problemas de espalda; una mala postura continuada durante horas en los pupitres escolares puede provocar dolores cervicales y lumbares.
Las sillas deben ser regulables en altura y con un respaldo alto que permita el apoyo de la espalda. Los pies han de llegar al suelo, quedando las caderas y las rodillas a la misma altura. La mesa debe situarse lo más cerca posible, sin que se arquee la espalda sobre ella.
En cuanto al calzado, se recomienda que sea cómodo, siendo el cuero el material más adecuado.
Higiene personal
Sanidad recalca también que la higiene corporal debe ser diaria y que se debe prestar especial atención a los pliegues de la piel, axilas, genitales y, especialmente, a los pies, para evitar que se generen hongos.
También se recomienda lavar la cabeza con champú suave y cepillar el pelo con frecuencia; y revisar el cabello del menor todas las semanas en periodo escolar, en especial la zona de la nuca y las orejas.
Se desaconseja el uso de lociones o champú para piojos de forma preventiva, ya que generan resistencias en los parásitos y pierden su eficacia, lo que obliga a utilizar en episodios de infestación posteriores otro tipo de productos antiparasitarios más agresivos y, por tanto, también más tóxicos para los menores.
Los expertos recomiendan dejar tiempo para que los niños y niñas se adapten a cualquier situación nueva, como ir al colegio por primera vez, iniciar un curso escolar o cambiar de etapa educativa.
Por eso, destacan la importancia de hablarles de los aspectos positivos de volver al centro de estudios, como ver a sus amistades, conocer a nuevos compañeros de clase o participar en deportes u otras actividades, señala Sanidad en un comunicado.
Y de saber si hay algo les preocupa, transmitirles seguridad y confianza en sí mismos.
Asimismo, señalan que aunque es normal tener nervios e inquietudes ante cualquier situación nueva, una cantidad reducida de menores desarrollan síntomas físicos de ansiedad, como dolor de cabeza o de estómago cuando empiezan a ir al colegio.
Si les preocupa que la reacción vaya más allá de "los nervios normales" de la vuelta al colegio, se recomienda consultarlo con su profesional sanitario o con el personal docente del centro educativo.
Sanidad recuerda que el descanso es fundamental en cualquier etapa de la vida, pero aún lo es más en la infancia, ya que los niños y niñas se encuentran en un proceso de crecimiento, tanto físico como mental.
Lo recomendable para un buen rendimiento escolar es que se duerma por término medio entre nueve y diez horas, con lo que se aconseja establecer "una hora razonable" para acostarse que garantice las horas de sueño recomendables.
Cuando el menor duerme poco tiempo o tiene un sueño interrumpido, las capacidades de aprendizaje, concentración y memoria se ven afectadas.
Pautas de alimentación y ejercicio
Sanidad también hace hincapié en la importancia de un buen desayuno para empezar el día con más energía cansarse menos en las tareas escolares. Por eso, la familia debe tratar de organizar el tiempo para que el niño y la niña puedan disfrutar de esta comida.
Se recomienda que el desayuno esté conformado por lácteos (leche, yogur no azucarado, queso), cereales integrales (gofio, pan, copos), frutos secos y fruta fresca.
La comida que los niños toman en el recreo de media mañana y en la merienda puede complementar a la alimentación del día y debe ser sana: un bocadillo, un vaso de leche o un yogur, o fruta. Este complemento es primordial sobre todo si hay deportes o actividades extraescolares, enfatiza Sanidad.
Según las recomendaciones sobre actividad física de la Organización Mundial de la Salud, los niños de entre 5 y 17 años deben realizar, al menos, sesenta minutos al día de actividad de intensidad moderada o vigorosa.
La actividad física regular ayuda a mantener un peso saludable, mejora la función cardiológica y metabólica y favorece la fuerza muscular y la masa ósea.
Además, los beneficios a nivel psicológico y social se asocian a un mejor rendimiento académico, más autoestima y una disminución del riesgo de ansiedad y depresión. La actividad física también ofrece oportunidades de socialización y de aprendizaje de habilidades.
Independientemente de la actividad física realizada, el comportamiento sedentario tiene que limitarse a menos de dos horas al día, como es ver la televisión, jugar con videoconsolas o usar el ordenador. Para los niños menores de cinco años, la recomendación se reduce a una hora diaria.
Mochilas y posturas
Para mantener sana la espala de los niños se recomienda que no lleven más del 10% o 15% de su peso corporal dentro de las mochilas. Es decir, si el peso del escolar es de 40 kilos, la mochila no debe superar los cuatro o 4,5 kilos.
Además, el peso tiene que estar bien distribuido sobre los hombros recomendándose que la mochila tenga dos cintas anchas y acolchadas, y a la hora de llevarla se debe tener en cuenta que debe estar colocada a la altura de la zona lumbar o entre las caderas.
La postura del niño es fundamental a la hora de prevenir problemas de espalda; una mala postura continuada durante horas en los pupitres escolares puede provocar dolores cervicales y lumbares.
Las sillas deben ser regulables en altura y con un respaldo alto que permita el apoyo de la espalda. Los pies han de llegar al suelo, quedando las caderas y las rodillas a la misma altura. La mesa debe situarse lo más cerca posible, sin que se arquee la espalda sobre ella.
En cuanto al calzado, se recomienda que sea cómodo, siendo el cuero el material más adecuado.
Higiene personal
Sanidad recalca también que la higiene corporal debe ser diaria y que se debe prestar especial atención a los pliegues de la piel, axilas, genitales y, especialmente, a los pies, para evitar que se generen hongos.
También se recomienda lavar la cabeza con champú suave y cepillar el pelo con frecuencia; y revisar el cabello del menor todas las semanas en periodo escolar, en especial la zona de la nuca y las orejas.
Se desaconseja el uso de lociones o champú para piojos de forma preventiva, ya que generan resistencias en los parásitos y pierden su eficacia, lo que obliga a utilizar en episodios de infestación posteriores otro tipo de productos antiparasitarios más agresivos y, por tanto, también más tóxicos para los menores.
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