Sábado, 04 de Octubre de 2025

Efe / Santa Cruz de Tenerife
Viernes, 03 de Octubre de 2025

Hallan un marcador en las madres que sufrieron negligencia y descuidan a sus hijos

Investigadoras de la Universidad de La Laguna han identificado un índice epigenético que relaciona el hecho de haber sufrido maltrato por negligencia en la infancia con el hecho de llegar a ser, posteriormente, una madre con el mismo comportamiento hacia sus hijos e hijas.



La negligencia infantil es el tipo de maltrato más común, pues implica que la persona cuidadora desatiende las necesidades físicas y afectivas del niño o la niña generando riesgo para su vida y para su desarrollo cognitivo y emocional, según ha explicado este viernes la institución académica.

El marcador identificado, denominado Índice Epigenético de Negligencia Materna (EMN), no implica cambios genéticos en esas madres sino modificaciones en la expresión de sus genes como resultado de factores ambientales.

En este caso, añade la Universidad de La Laguna, estos cambios moleculares las hacen más propensas a reproducir en el cuidado de sus propios hijos la misma negligencia que ellas sufrieron.

La investigación, publicada en la revista científica 'Clinical Epigenetics', ha sido liderada por las investigadoras de la Universidad de La Laguna Inmaculada León y María José Rodrigo, y el trabajo entrelaza la neurociencia, la epigenómica y la psicología para crear un índice que cuantifica la huella epigenética del abandono infantil.

El estudio se llevó a cabo con 138 madres de hijos pequeños, de las cuales se consideraron 51 con comportamiento negligente y 87 como grupo de control.

Con ayuda de análisis epigenómicos y de inteligencia artificial se construyó un índice que sitúa a cada madre de forma ordenada en la escala desde el cuidado saludable hasta la negligencia extrema.

Las investigadoras aclaran que la muestra se obtuvo a través de los servicios sociales tras solicitar los casos más graves de comportamiento negligente detectados.

En la práctica, estos servicios suelen contar con expedientes de mujeres, que son mayoría entre quienes reciben atención, lo que explica el foco en ellas.

“No hablamos de madres negligentes, sino de formas de comportarse en la crianza que podrían aplicarse también a la figura paterna”, señalan, al tiempo que reconocen que queda un campo de investigación pendiente para analizar estos casos en otros perfiles parentales.

Los resultados muestran que las madres con cuidado negligente son las que tienen un EMN mucho más alto, que se correspondía con haber padecido negligencia física en su infancia y presentar síntomas psicopatológicos en la vida adulta, como la ansiedad o la depresión.

A su vez, un mayor EMN se asocia a una menor integridad cognitiva y a una menor disponibilidad emocional en la interacción con sus hijos, afectando de forma negativa al vínculo afectivo y al desarrollo del niño o niña.

El análisis genético corroboró que los genes relacionados con el EMN están implicados en el deterioro cognitivo y en trastornos neuropsiquiátricos, validando biológicamente los síntomas clínicos observados en estas madres.

Según las autoras del estudio, el EMN permite explicar cómo la huella epigenética de haber sufrido abandono deja sentir luego su efecto en la propia maternidad, actuando como un factor de riesgo en la transmisión intergeneracional del maltrato.

La identificación del EMN significa una oportunidad para desarrollar estrategias de detección precoz en madres que han vivido experiencias adversas en la infancia.

De este modo, puede identificarse este perfil biológico y favorecer la implementación de programas de prevención, de apoyo psicológico y de formación en sensibilidad materna, necesarios para mejorar la relación materno-filial y romper con la transmisión intergeneracional del abandono.

Estos hallazgos se complementan con otro estudio reciente del mismo equipo, que trata la similitud epigenética entre madres e hijos.

Esta investigación reveló que la transmisión de perfiles de metilación no se basa solamente en la herencia biológica, sino también en elementos ambientales.

En concreto, se observó que una mayor adversidad en la vida de la madre se relacionaba con una menor similitud epigenética con sus hijos, mientras que un mayor tiempo de convivencia sí aumentaba esa semejanza.

Estos resultados subrayan la importancia de la recomendación del sistema de protección infantil de intervenir “cuanto antes, mejor”.

En el estudio han colaborado investigadores de las universidades de La Laguna, Maastricht, California (Los Ángeles, UCLA), Míchigan-Ann Arbor y del Montreal Neurological Institute, a través del McConnell Brain Imaging Centre y el Ludmer Centre for Neuroinformatics and Mental Health.

 

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