Miércoles, 19 de Noviembre de 2025

Efe / Santa Cruz de Tenerife
Lunes, 17 de Noviembre de 2025

Dos acusados de asesinar a un hombre en El Fraile (Arona) se culpan mutuamente

Las dos personas acusadas de acabar con la vida de un varón en una vivienda en la localidad de El Fraile (Arona) en julio de 2023 se han culpado mutuamente del crimen y se han declarado inocentes.


Los procesados, un hombre y una mujer, han declarado este lunes en el inicio del juicio que se celebrará a lo largo de la semana en la Audiencia de Santa Cruz de Tenerife.

La mujer indicó que el fallecido la perseguía, agredía de forma brutal, violaba y continuamente la llamaba, enviaba mensajes o iba a su casa.

Así ocurrió, según dijo, en la noche en la que tuvo lugar el asesinato aunque las versiones de los dos encausados han sido radicalmente distintas.

Ella asegura que fue el otro procesado quien le clavó un cuchillo, que los dos forcejearon en el suelo y luego envolvió el cadáver en un plástico mientras que ella se limitó a observarlos peleando “como locos, locos, locos…”, lo que dio lugar a que entrara en estado de shock y no recuerde mucho más de lo ocurrido.

Del fallecido señaló que en el pueblo lo llamaban 'El Rata' por su largo historial delictivo y que a ella la sometió a “auténticas atrocidades”, mientras que a otra mujer la había dejado “inútil sexualmente”.

También dijo que “tenía muy mal beber” y que cuando consumía alcohol “se convertía en una persona horrible”, estaba obsesionado con ella, en los últimos días cada vez era más violento y seguía un tratamiento por esquizofrenia.

La mujer agradeció al otro acusado que la hubiese defendido, a lo que considera que estaba “obligado”, y que fue “muy valiente”, aunque según los informes periciales la víctima tenía tal cantidad de alcohol, cocaína y tranquilizantes en el cuerpo que apenas podía defenderse.

Uno de los aspectos en los que más se ha incidido en esta primera sesión del juicio es de dónde salió el plástico en el que estaba envuelto el cadáver, a lo que ella dijo que lo ponía sobre el sofá para que el gato no lo ensuciara.

También negó que aquel día hubiese hablado con el fallecido pese a que según el fiscal exigen registros de llamadas cruzadas y de conversaciones, y dijo que había consumido crack y heroína.

Ninguno de los encausados asumió ser responsable de las cuchilladas o de estrangular a la víctima con un traje de ella en el que había ADN y sangre de los tres, lo que el acusado atribuyó a que en su caso debió tocarlo cuando puso las manos en el suelo y ella dijo que el fallecido se lo quitó.

En una de las llamadas que la víctima hizo a la madre de la encausada le habría asegurado que ambos iban a pasar “a mejor vida” y en el audio que grabó la cámara de seguridad instalada en la casa de ella se escucha al encausado decir: “como no confieses te mato, hermano”, según el fiscal.

La versión del procesado es que estaba dormido y que cuando salió del cuarto vio al hombre sin vida y a la Policía, por lo que fue rotundo al señalar que no se enteró “absolutamente de nada” y no tiene “nada que ver” con el asesinato, cuya autoría atribuyó en su totalidad a la mujer.

Los restos de ADN y sangre suya en el cuchillo tendrían su origen cuando se la había sacado de las manos de ella unos días antes por un altercado, según alegó.

Aseguró que no sabía nada de la ropa con la que se habría estrangulado a la víctima ni del audio en el que supuestamente se le escucha amenazando al fallecido.

Se negó a responder a las preguntas de la defensa de la procesada pero a las acusaciones y a su propia abogada relató que no tenía ninguna enemistad con la víctima y que apenas lo había visto de forma esporádica por El Fraile.

No pudo responder a la pregunta del fiscal sobre por qué según la autopsia fueron dos las personas que llevaron a cabo el asesinato.

Dijo que no consume crack, que aquella tarde había tomado cervezas y fumado hachís, y que desde hacía tiempo no tenía relaciones sexuales con la acusada.

La mujer declaró que había intentado presentar una denuncia en cinco ocasiones pero nunca llegó a hacerlo porque el fallecido le había robado el carnet de identidad, y cuando iba al cuartel de la Guardia Civil al final optaba por acudir a la clínica a causa de las heridas que le había causado.

Además, temía que sufriera discriminación por parte de los agentes dado su origen latino y también a que su hija de nueve años y su madre sufrieran represalias como él la había amenazado.

Ambos mantuvieron una buena relación al principio pero poco a poco llegó a deteriorarse a causa del consumo de drogas de heroína y crack, al que según dijo la acusada la había inducido él y también por los celos.

Desde aquellas fechas los dos procesados permanecen en situación de prisión provisional y ahora la Fiscalía solicita para cada uno de ellos 20 años de cárcel y el pago conjunto de 300.000 euros a los herederos del asesinado, al considerar que se pusieron de acuerdo para llevar a cabo el crimen de forma conjunta.

 

Comentarios
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.209

Todavía no hay comentarios

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.