Curbelo destaca la entrega de Isidro Ortiz al patrimonio cultural de Canarias tras recibir el Premio Identitaria Canarias

El presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo, valoró este viernes la figura del maestro silbador Isidro Ortiz tras haber sido distinguido como Protector del Patrimonio Cultural de las Islas en los Premios Identitaria Canarias 2025. Curbelo destacó que este reconocimiento “honra a uno de los mayores guardianes de nuestra herencia cultural”, cuyo legado ha sido decisivo para la preservación y transmisión del Silbo Gomero, el baile del tambor y el conjunto del acervo etnográfico insular.

Según recordó, Ortiz es “maestro de maestros”, expresión con la que se reconoce su papel como formador de centenares de jóvenes desde finales del pasado siglo, quienes aprendieron a silbar gracias a su dedicación y visión pedagógica. “Isidro ha sido capaz de convertir nuestras tradiciones en una fuente de orgullo colectivo y en un símbolo que nos proyecta al mundo”, enfatizó.

Curbelo subrayó que la trayectoria del homenajeado es inseparable de tres pilares esenciales de la identidad gomera: los tiempos pasados, el tambor y el Silbo Gomero. “Isidro supo mirar al pasado con orgullo, entendiendo que nuestras raíces no son una carga, sino un tesoro que nos define como pueblo”, señaló.

Asimismo, puso en valor la labor que Ortiz ha desarrollado para evitar que tradiciones como el tambor quedaran en el olvido, inspirando la creación de grupos folclóricos y animando a varias generaciones a recuperar la práctica de este símbolo musical. 

En el caso del Silbo Gomero, recordó que su revitalización “fue un desafío que Isidro enfrentó con valentía en un momento crítico, cuando este lenguaje estaba a punto de extinguirse”, impulsándolo desde las aulas y contribuyendo a su posterior reconocimiento como 

El presidente insular explicó que este nuevo reconocimiento “abre una oportunidad para seguir divulgando el inmenso legado cultural que Isidro representa”. Añadió que la isla “tiene en él uno de sus principales embajadores culturales”, cuya vida y obra “nos recuerda que somos herederos de una riqueza única, pero también sus guardianes”.