7 años y medio a un entrenador de baloncesto por violar a una de sus jugadoras, una menor

Los hechos ocurrieron entre junio de 2021 y marzo de 2022 y en ella se considera al acusado como autor de un delito de agresión sexual a menor y de un delito de proposiciones sexuales a menor.

En concepto de responsabilidad civil, el condenado deberá indemnizar a la víctima con 10.000 euros.

Por el primero de los delitos, la Audiencia le ha impuesto al agresor una pena de cinco años de prisión y la inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena.

Asimismo, recae sobre el autor de los hechos una inhabilitación especial para cualquier profesión u oficio que implique contacto regular y directo con menores de edad por un periodo de once años, así como la prohibición de aproximarse a la víctima, a su domicilio, lugar de estudios o trabajo o cualquier otro lugar que frecuente.

Tampoco podrá comunicarse con ella por ningún tipo de medio durante un período de tiempo superior en seis años al de la pena de prisión impuesta.

Además, el tribunal ha condenado al entrenador como autor de un segundo delito, en este caso de proposiciones sexuales a menor, lo que conlleva otra pena de dos años y seis meses de prisión y hace sumar los siete años y medio de cárcel en total.

Este último delito también lleva aparejada la inhabilitación para el derecho de sufragio pasivo, y le impone una nueva pena de inhabilitación para actividades con menores por un periodo de cinco años y seis meses, junto con la prohibición de aproximación y comunicación con la menor por ese mismo tiempo.

La sentencia establece también una medida de libertad vigilada de siete años y medio, que se ejecutará una vez cumplida la pena de prisión.

En el escrito de Fiscalía se apuntaba que el entrenador, a través de un móvil a nombre de su padre, envió hasta 400 mensajes a la menor, algunos con fuerte contenido sexual entre los que había proposiciones de tipo sexual.

La agresión sexual habría tenido lugar, según señalaba el Ministerio Fiscal, al finalizar un entrenamiento en el vestuario del centro deportivo que utilizaban, y donde el agresor fue sorprendido por la madre de la menor, que se decidió entonces a presentar una denuncia tras lo ocurrido y tras ver el contenido del teléfono de la niña.