La equidad socioterritorial en La Gomera (I)
La Inteligencia Artificial dice que la equidad es un principio de justicia que busca dar a cada persona lo que necesita para tener igualdad de oportunidades y un trato justo. Dice que equidad no es igualdad, esta última consiste en dar a todos lo mismo. La equidad implica valorar la diversidad y compensar desventajas, asegurando que todos tengan acceso a recursos y a beneficios, lo que a menudo requiere de medidas específicas para quienes están en desventaja.
A tenor de las estadísticas publicadas (ISTAC, PROMOTUR, Estudios de Reto Demográfico y Despoblación, etc.), La Gomera, posiblemente al igual que en otras islas vecinas, alberga una marcada diferencia entre los municipios situados en la parte meridional de la isla frente a los que se ubican en la otra mitad sur.
Esas diferencias han existido históricamente, pero en un sentido inverso, contrario, y me explico. Condiciones biogeográficas y razones económicas provocaron que hasta aproximadamente la década de los setenta del pasado siglo los municipios del Norte de La Gomera tuvieran, en términos generales, iguales o mejores condiciones de vida que los del Sur. Y ello se debía a una mayor abundancia de agua y la abundancia de suelo fértil disponible lo que indujo una agricultura y una ganadería más prósperas, a las que, complementariamente, se sumaba el comercio (propiciado por la existencia de los pescantes), la artesanía y algunos otros oficios.
Sin embargo, a partir de esas fechas, la mejora de las condiciones socioeconómicas en los territorios de la vertiente meridional de la isla ha sido imparable. Y ha sido así por la afluencia del turismo ávido de sol y mejores playas, por la mejora de la disponibilidad de agua en las zonas del sur, así como por una consistente y razonable mejora de los equipamientos e infraestructuras públicas (puertos de San Sebastián, aeropuerto, carreteras, hospital, centros administrativos etc.).
Subsiguientemente en el sur se ha producido también una mayor inversión del capital turístico privado en hoteles y apartamentos.
Y, naturalmente, que un turista nacional o europeo decida pasar sus vacaciones en Valle Gran Rey o en Playa de Santiago es algo que ni se puede ni se debe, diría yo, modificar. ¿ A cuentas de qué?. Y tampoco se puede hacer nada en contra de la decisión de un pantanero de dejar su vivienda en Vallehermoso y comprar un piso en San Sebastián, el cual se revalorizará más rápidamente. Aunque luego esa persona se quede viviendo definitivamente en La Villa, no hay razón ni herramientas operativas para incidir en las decisiones personales o del mercado laboral o de vivienda.
Sin embargo, en Canarias, en España y en el marco de la Unión Europea, se intenta evitar la existencia de territorios o habitantes de segunda clase. Se llevan a cabo políticas públicas, muchas de ellas efectivas, para equilibrar el nivel de desarrollo y bienestar de los territorios de los diferentes países.
Se realizan esfuerzos políticos y financieros para ello. Así, por ejemplo, a Canarias y a otros archipiélagos alejados del continente, se les asignan programas y financiación extraordinaria por su condición de lejanía y ultraperiferia. Es dinero de Europa que llega aquí por ese motivo, no por otros.
La Gomera, que, como El Hierro o La Palma, es una isla no capitalina, alejada de los centros de decisión y de los ejes económicos y de transportes, que tiene un sobrecoste añadido en el transporte y la movilidad de personas y mercancías está demandando con toda la razón del mundo, un trato diferenciado al de Tenerife o Gran Canaria. Y reclama para sí una equidad porque está en la periferia de la ultraperiferia.
Y ahora me pregunto si los municipios de Hermigua, Agulo y Vallehermoso no se encuentran, a su vez, en una clara dinámica de desventaja frente a los del Sur. Me cuestiono si no están, a su vez, alejados de la periferia de la ultraperiferia. Allá, en el fondo.
Yo creo que sí, y lo razono en forma breve con algunos datos.
Todo el Norte de La Gomera apenas suma el 8% de las plazas turística de la isla.
El desplome de la actividad agrícola ha afectado más en la zona norte.
Las distancias por carretera a los puertos o al aeropuerto son mayores para los municipios septentrionales.
- La tasa de desempleo es igualmente mayor.
- La renta per cápita de los hogares es menor.
- La tasa de envejecimiento es mayor.
- El despoblamiento es mayor.
En los últimos años han sido visibles y continuados los esfuerzos institucionales por enjuagar las diferencias de calidad de vida, bienestar social y nivel de rentas entre habitantes de cualquier lugar de la isla. No es intención de estas líneas poner dicho asunto en cuestión, para nada. Como tampoco lo es en este primer artículo, formular con ánimo constructivo, posibles líneas de trabajo o propuestas de mejora.
Manuel Fernando Martín Torres.
A tenor de las estadísticas publicadas (ISTAC, PROMOTUR, Estudios de Reto Demográfico y Despoblación, etc.), La Gomera, posiblemente al igual que en otras islas vecinas, alberga una marcada diferencia entre los municipios situados en la parte meridional de la isla frente a los que se ubican en la otra mitad sur.
Esas diferencias han existido históricamente, pero en un sentido inverso, contrario, y me explico. Condiciones biogeográficas y razones económicas provocaron que hasta aproximadamente la década de los setenta del pasado siglo los municipios del Norte de La Gomera tuvieran, en términos generales, iguales o mejores condiciones de vida que los del Sur. Y ello se debía a una mayor abundancia de agua y la abundancia de suelo fértil disponible lo que indujo una agricultura y una ganadería más prósperas, a las que, complementariamente, se sumaba el comercio (propiciado por la existencia de los pescantes), la artesanía y algunos otros oficios.
Sin embargo, a partir de esas fechas, la mejora de las condiciones socioeconómicas en los territorios de la vertiente meridional de la isla ha sido imparable. Y ha sido así por la afluencia del turismo ávido de sol y mejores playas, por la mejora de la disponibilidad de agua en las zonas del sur, así como por una consistente y razonable mejora de los equipamientos e infraestructuras públicas (puertos de San Sebastián, aeropuerto, carreteras, hospital, centros administrativos etc.).
Subsiguientemente en el sur se ha producido también una mayor inversión del capital turístico privado en hoteles y apartamentos.
Y, naturalmente, que un turista nacional o europeo decida pasar sus vacaciones en Valle Gran Rey o en Playa de Santiago es algo que ni se puede ni se debe, diría yo, modificar. ¿ A cuentas de qué?. Y tampoco se puede hacer nada en contra de la decisión de un pantanero de dejar su vivienda en Vallehermoso y comprar un piso en San Sebastián, el cual se revalorizará más rápidamente. Aunque luego esa persona se quede viviendo definitivamente en La Villa, no hay razón ni herramientas operativas para incidir en las decisiones personales o del mercado laboral o de vivienda.
Sin embargo, en Canarias, en España y en el marco de la Unión Europea, se intenta evitar la existencia de territorios o habitantes de segunda clase. Se llevan a cabo políticas públicas, muchas de ellas efectivas, para equilibrar el nivel de desarrollo y bienestar de los territorios de los diferentes países.
Se realizan esfuerzos políticos y financieros para ello. Así, por ejemplo, a Canarias y a otros archipiélagos alejados del continente, se les asignan programas y financiación extraordinaria por su condición de lejanía y ultraperiferia. Es dinero de Europa que llega aquí por ese motivo, no por otros.
La Gomera, que, como El Hierro o La Palma, es una isla no capitalina, alejada de los centros de decisión y de los ejes económicos y de transportes, que tiene un sobrecoste añadido en el transporte y la movilidad de personas y mercancías está demandando con toda la razón del mundo, un trato diferenciado al de Tenerife o Gran Canaria. Y reclama para sí una equidad porque está en la periferia de la ultraperiferia.
Y ahora me pregunto si los municipios de Hermigua, Agulo y Vallehermoso no se encuentran, a su vez, en una clara dinámica de desventaja frente a los del Sur. Me cuestiono si no están, a su vez, alejados de la periferia de la ultraperiferia. Allá, en el fondo.
Yo creo que sí, y lo razono en forma breve con algunos datos.
Todo el Norte de La Gomera apenas suma el 8% de las plazas turística de la isla.
El desplome de la actividad agrícola ha afectado más en la zona norte.
Las distancias por carretera a los puertos o al aeropuerto son mayores para los municipios septentrionales.
- La tasa de desempleo es igualmente mayor.
- La renta per cápita de los hogares es menor.
- La tasa de envejecimiento es mayor.
- El despoblamiento es mayor.
En los últimos años han sido visibles y continuados los esfuerzos institucionales por enjuagar las diferencias de calidad de vida, bienestar social y nivel de rentas entre habitantes de cualquier lugar de la isla. No es intención de estas líneas poner dicho asunto en cuestión, para nada. Como tampoco lo es en este primer artículo, formular con ánimo constructivo, posibles líneas de trabajo o propuestas de mejora.
Manuel Fernando Martín Torres.







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