El Muelle De Vueltas En Valle Gran Rey ya estaba construido en 1909,
El muelle de Vueltas, sito en la costa suroeste de Valle Gran Rey, ya estaba construido en 1909, pese a no contar con la preceptiva autorización. Esta infraestructura portuaria, igual que la de Alojera en esta fecha, era de propiedad privada, pertenecía a Salvador Casanova Roldán.
![[Img #54399]](upload/img/periodico/img_54399.jpg)
Según el coronel ingeniero Luis Durango que lo inspeccionó para efectuar la confrontación dos años después, el muelle estaba construido sobre una baja rocosa y constaba de una alineación de 5 m. de longitud, 44 m. sobre la señalada roca y 7 m. de prolongación mar adentro, en una profundidad de 2,4 m. en la bajamar. Su perfil longitudinal tenía dos rasantes: uno horizontal, desde el origen hasta los 44 m., y el otro, también horizontal, a un nivel de un metro más bajo; ambos tramos (alto y bajo) se enlazaban mediante una escalerilla de cantería. El tramo bajo que era realmente el utilizable, adoptaba en su extremo la forma de tajamar y en el costado interior llevaba una escalera para efectuar las operaciones de carga y descarga. A lo largo del costado derecho iba un muro de 40 m. de longitud por 0,5 m. de ancho y 0,5 m. de alto a modo de un parapeto.
Al sumarse la zona de Valle Gran Rey a la agricultura de exportación, los ayuntamientos de Arure y Vallehermoso (aún no se había creado el ayuntamiento de Valle Gran Rey) solicitaron al Ministerio de Fomento que esta obra fuese declarada de utilidad pública, previa la correspondiente expropiación. Esta petición fue respaldada por el Cabildo Insular, en 1917.
A lo largo de su historia el muelle de Vueltas ha sufrido diversas reformas y ampliaciones. En 1923, a causa de hallarse deteriorado y haberse quedado obsoleto se reconstruía por iniciativa de otro propietario, Antonio Trujillo Díaz, médico de Vallehermoso, que adelantaba el dinero para la ejecución de los trabajos a cambio de que Obras Públicas se lo cediera para su explotación, una vez terminado. Este procedimiento produjo en su momento ciertas reticencias y desacuerdos por parte de un sector de la población. Al fin, en 1932 se aprueba la ejecución del muelle público de Vueltas, gracias a los buenos oficios del ingeniero jefe de vías y obras del Cabildo, Manuel Tercero; a los dos meses se envía el proyecto a Obras Públicas y en abril de 1933 el pleno del Cabildo acuerda que el representante de la institución en Madrid agilice en el Ministerio la aprobación definitiva. Algún tiempo después una compañía mallorquina se hacía cargo de ejecutar la obra.
Salvador Casanova
En tiempos recientes se han realizados importantes trabajos de remodelación en esta infraestructura portuaria. El muelle de Vueltas se ha transformado en un puerto multifuncional, es decir, comercial, deportivo y pesquero, acorde con las expectativas y necesidades presentes y futuras del primer municipio turístico de La Gomera. Por el contrario, otros desembarcaderos y pequeños puertos han dejado de estar operativos al haber cesado la actividad que les había dado razón de ser, como los de La Cantera o La Rajita[...]
Extraído de libro de Gloria Díaz Padilla, Pescantes de La Gomera. Testimonios de la arqueología industrial de Canarias. 2008
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Según el coronel ingeniero Luis Durango que lo inspeccionó para efectuar la confrontación dos años después, el muelle estaba construido sobre una baja rocosa y constaba de una alineación de 5 m. de longitud, 44 m. sobre la señalada roca y 7 m. de prolongación mar adentro, en una profundidad de 2,4 m. en la bajamar. Su perfil longitudinal tenía dos rasantes: uno horizontal, desde el origen hasta los 44 m., y el otro, también horizontal, a un nivel de un metro más bajo; ambos tramos (alto y bajo) se enlazaban mediante una escalerilla de cantería. El tramo bajo que era realmente el utilizable, adoptaba en su extremo la forma de tajamar y en el costado interior llevaba una escalera para efectuar las operaciones de carga y descarga. A lo largo del costado derecho iba un muro de 40 m. de longitud por 0,5 m. de ancho y 0,5 m. de alto a modo de un parapeto.
Al sumarse la zona de Valle Gran Rey a la agricultura de exportación, los ayuntamientos de Arure y Vallehermoso (aún no se había creado el ayuntamiento de Valle Gran Rey) solicitaron al Ministerio de Fomento que esta obra fuese declarada de utilidad pública, previa la correspondiente expropiación. Esta petición fue respaldada por el Cabildo Insular, en 1917.
A lo largo de su historia el muelle de Vueltas ha sufrido diversas reformas y ampliaciones. En 1923, a causa de hallarse deteriorado y haberse quedado obsoleto se reconstruía por iniciativa de otro propietario, Antonio Trujillo Díaz, médico de Vallehermoso, que adelantaba el dinero para la ejecución de los trabajos a cambio de que Obras Públicas se lo cediera para su explotación, una vez terminado. Este procedimiento produjo en su momento ciertas reticencias y desacuerdos por parte de un sector de la población. Al fin, en 1932 se aprueba la ejecución del muelle público de Vueltas, gracias a los buenos oficios del ingeniero jefe de vías y obras del Cabildo, Manuel Tercero; a los dos meses se envía el proyecto a Obras Públicas y en abril de 1933 el pleno del Cabildo acuerda que el representante de la institución en Madrid agilice en el Ministerio la aprobación definitiva. Algún tiempo después una compañía mallorquina se hacía cargo de ejecutar la obra.
Salvador Casanova
En tiempos recientes se han realizados importantes trabajos de remodelación en esta infraestructura portuaria. El muelle de Vueltas se ha transformado en un puerto multifuncional, es decir, comercial, deportivo y pesquero, acorde con las expectativas y necesidades presentes y futuras del primer municipio turístico de La Gomera. Por el contrario, otros desembarcaderos y pequeños puertos han dejado de estar operativos al haber cesado la actividad que les había dado razón de ser, como los de La Cantera o La Rajita[...]
Extraído de libro de Gloria Díaz Padilla, Pescantes de La Gomera. Testimonios de la arqueología industrial de Canarias. 2008








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