Telesforo Bravo Expósito (1913 - 2002)
Telesforo Bravo nació en una humilde casa de la Calle de La Hoya en el Puerto de La Cruz y desde muy joven mostró una inusitada ilusión por conocer y aprender de todo aquello que estaba en su entorno. En 1935 se trasladó a San Sebastián de La Gomera donde ejerció de maestro nacional hasta que comenzó la Guerra Civil.
Fue destinado entonces a enseñar a los reclutas que partían hacia el frente hasta que el mismo fue llamado a filas. Y durante nueve años estuvo llevando una vida como militar.
Con algo mas de treinta años se decidió a estudiar Ciencias Naturales a Madrid, especializándose en Geología. Tras un primer trabajo en Madrid se trasladó, contratado por una empresa norteamericana a Irán (llamado por aquel entonces Persia). Después de dos años decidió regresar a Canarias.
A su regreso comenzó a trabajar en el Museo Canario. Conseguiría, tiempo más tarde, una cátedra en La Universidad de La Laguna, de la que llegaría a ser decano.
Pero sin duda su faceta más pública fue la de investigador. Con el se inauguraría los estudios modernos sobre La Caldera de Taburiente, sobre la Geología de La Gomera, sobre los tubos volcánicos, etc… En definitiva sobre la geología e hidrología de las Islas Canarias.
Pero Telesforo fue un científico al estilo de los del Renacimiento y mostró gran interés por otras ciencias en las que también dejó un gran legado para las islas. Descubrió los primeros fósiles de lagartos y ratas gigantes de Tenerife, encontró múltiples restos prehispánicos como las "queseras" de Lanzarote, fue el primero en citar lavas submarinas a más de 600 metros de altitud en La Caldera de Taburiente e incluso en el campo botánico citó para la ciencia varias especies, entre las que se encuentran la Euphorbia bravoana, endémica de nuestra isla, llamada comúnmente tabaiba gomera.
Podría además incluirse a Telesforo Bravo entre los primeros "ecologistas" de Canarias, pues, partiendo de la tesis de que los técnicos deben implicarse en el bienestar de la sociedad, denunció varios hechos que atentaban contra las islas y los isleños, como la introducción de muflones y arruís en los Parques Nacionales del Teide y La Caldera respectivamente, o la contaminación de los acuíferos de las islas.
Otras actividades en la que destaco nuestro personaje, aunque mucho menos conocidas fueron la orfebrería, la ebanistería y el dibujo. De hecho una talla religiosa suya se conserva en una iglesia del norte de Tenerife.
En definitiva don Telesforo Bravo Expósito luchó de una u otra manera durante toda su vida para que todos llegáramos a entender nuestro medio y poder integrarnos en el de una manera verdaderamente sostenible.
* Datos extraídos de: Jaime Coello Bravo, "In Memoriam Telesforo Bravo Expósito", Medio Ambiente de Canarias Nº 23, Las Palmas de Gran Canaria 2002.
ESEKEN (Edición impresa), Nº 22. Página 3.
Fue destinado entonces a enseñar a los reclutas que partían hacia el frente hasta que el mismo fue llamado a filas. Y durante nueve años estuvo llevando una vida como militar.
Con algo mas de treinta años se decidió a estudiar Ciencias Naturales a Madrid, especializándose en Geología. Tras un primer trabajo en Madrid se trasladó, contratado por una empresa norteamericana a Irán (llamado por aquel entonces Persia). Después de dos años decidió regresar a Canarias.
A su regreso comenzó a trabajar en el Museo Canario. Conseguiría, tiempo más tarde, una cátedra en La Universidad de La Laguna, de la que llegaría a ser decano.
Pero sin duda su faceta más pública fue la de investigador. Con el se inauguraría los estudios modernos sobre La Caldera de Taburiente, sobre la Geología de La Gomera, sobre los tubos volcánicos, etc… En definitiva sobre la geología e hidrología de las Islas Canarias.
Pero Telesforo fue un científico al estilo de los del Renacimiento y mostró gran interés por otras ciencias en las que también dejó un gran legado para las islas. Descubrió los primeros fósiles de lagartos y ratas gigantes de Tenerife, encontró múltiples restos prehispánicos como las "queseras" de Lanzarote, fue el primero en citar lavas submarinas a más de 600 metros de altitud en La Caldera de Taburiente e incluso en el campo botánico citó para la ciencia varias especies, entre las que se encuentran la Euphorbia bravoana, endémica de nuestra isla, llamada comúnmente tabaiba gomera.
Podría además incluirse a Telesforo Bravo entre los primeros "ecologistas" de Canarias, pues, partiendo de la tesis de que los técnicos deben implicarse en el bienestar de la sociedad, denunció varios hechos que atentaban contra las islas y los isleños, como la introducción de muflones y arruís en los Parques Nacionales del Teide y La Caldera respectivamente, o la contaminación de los acuíferos de las islas.
Otras actividades en la que destaco nuestro personaje, aunque mucho menos conocidas fueron la orfebrería, la ebanistería y el dibujo. De hecho una talla religiosa suya se conserva en una iglesia del norte de Tenerife.
En definitiva don Telesforo Bravo Expósito luchó de una u otra manera durante toda su vida para que todos llegáramos a entender nuestro medio y poder integrarnos en el de una manera verdaderamente sostenible.
* Datos extraídos de: Jaime Coello Bravo, "In Memoriam Telesforo Bravo Expósito", Medio Ambiente de Canarias Nº 23, Las Palmas de Gran Canaria 2002.
ESEKEN (Edición impresa), Nº 22. Página 3.
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