La Carretera General Del Norte De La Gomera
La ejecución de las dos obras esenciales para el despegue económico de La Gomera, como son, por un lado, la carretera general del norte y, por otro, el puerto de San Sebastián, representan el mayor reto que tuvo que afrontar la Isla desde fines del siglo XIX.
Ambos proyectos se alargaron en el tiempo, pues tardaron casi medio siglo para poder culminarse, dada la lentitud tanto a nivel administrativo como de ejecución de los trabajos, a lo que hay que sumar las muchas irregularidades que se produjeron en todo el proceso, como puede constatarse en el docum. n° 22 del anexo.
No vamos a exponer en este apartado todas las incidencias de la dilatada historia de la construcción de la carretera del norte. Simplemente haremos algunas referencias puntuales: Las primeras gestiones que se realizan en la etapa final del XIX las protagoniza el diputado Imeldo Serís. Este diputado a Cortes consigue que el trazado de la principal vía de La Gomera, que ha de enlazar la capital con los principales enclaves agrícolas del norte: Hermigua, Agulo y Vallehermoso, sea admitida en el plan de carreteras del Estado. Pero después de transcurridos unos años sin que se produzca avance alguno, se ponen las esperanzas como en tantas otras cosas en la anunciada visita de Alfonso XIII al Archipiélago. Las autoridades locales no dejan pasar por alto esta ocasión y le plantean al rey, cuando se halla en La Gomera, la necesidad de contar con un puerto en la villa de San Sebastián y también una carretera general que una la capital insular con el área de mayor peso demográfico y económico, que corresponde a la zona norte de la Isla donde se hallan los pueblos de Hermigua, Agulo y Vallehermoso. Pero la corta visita del monarca no es lo suficientemente efectiva, puesto que no se logra dar el impulso necesario a estas demandas. La aprobación de las obras de infraestructura viaria continúa demorándose.
Hasta entrado el nuevo siglo (1908) la Dirección General de Obras Públicas no aprueba el proyecto de los dos primeros tramos de la ansiada carretera general, el que comprende los cinco primeros kilómetros partiendo de San Sebastián y el tramo que sigue, con seis kilómetros, incluyendo varios túneles. Pese a que los trabajos del primer tramo comienzan en 1915 pronto quedan interrumpidos. Después de nueve años sólo se ha logrado construir seis kilómetros y medio. La breve estancia del ministro de Gracia y Justicia Galo Ponte en La Gomera tres años más tarde sirve para reiterar las necesidades de determinadas obras públicas de esta Isla, entre las que se encuentra la carretera general. Por fin, a principio de los años treinta la vía se aproxima al valle de Hermigua (simultáneamente se trabaja en otros tramos próximos a los núcleos poblacionales), donde buena parte del trazado de la vía toma como eje el antiguo camino vecinal Sin embargo, en 1932 tras haberse superado los problemas jurídicos derivados de la aparición de un nacimiento de agua en el túnel de la cumbre, se presentan nuevas dificultades (además de los consabidos cambios políticos, el paro, las subastas desiertas, etc.) provocadas sobre todo por la falta de consignación, que terminan otra vez por paralizar las obras, hecho que como es sabido contribuye decididamente a desencadenar los "sucesos de Hermigua" el 23 de marzo de 1933, que se salda con un obrero y dos guardias civiles muertos y varios heridos. En 1937 todavía se están realizando trabajos de perforación en el largo túnel que atraviesa la cumbre y desemboca en La Carbonera. Al parecer la financiación de esta parte de la obra se logra gracias al interés del ministro canario de Fomento, Guerra del Río.
La carretera de San Sebastián a Vallehermoso habrá de esperar doce años más para su conclusión definitiva, previo un nuevo convenio con el listado que se había firmado seis años antes, y el asfaltado del firme tendrá lugar once años después. Según el convenio de 1930 entre el listado y el Cabildo Insular, esta carretera se hubiese podido construir con los medios de la época en un plazo aproximado de diez años, pero por las causas apuntadas cuadriplicó el tiempo de ejecución con las consiguientes consecuencias que podemos colegir.
Ambos proyectos se alargaron en el tiempo, pues tardaron casi medio siglo para poder culminarse, dada la lentitud tanto a nivel administrativo como de ejecución de los trabajos, a lo que hay que sumar las muchas irregularidades que se produjeron en todo el proceso, como puede constatarse en el docum. n° 22 del anexo.
No vamos a exponer en este apartado todas las incidencias de la dilatada historia de la construcción de la carretera del norte. Simplemente haremos algunas referencias puntuales: Las primeras gestiones que se realizan en la etapa final del XIX las protagoniza el diputado Imeldo Serís. Este diputado a Cortes consigue que el trazado de la principal vía de La Gomera, que ha de enlazar la capital con los principales enclaves agrícolas del norte: Hermigua, Agulo y Vallehermoso, sea admitida en el plan de carreteras del Estado. Pero después de transcurridos unos años sin que se produzca avance alguno, se ponen las esperanzas como en tantas otras cosas en la anunciada visita de Alfonso XIII al Archipiélago. Las autoridades locales no dejan pasar por alto esta ocasión y le plantean al rey, cuando se halla en La Gomera, la necesidad de contar con un puerto en la villa de San Sebastián y también una carretera general que una la capital insular con el área de mayor peso demográfico y económico, que corresponde a la zona norte de la Isla donde se hallan los pueblos de Hermigua, Agulo y Vallehermoso. Pero la corta visita del monarca no es lo suficientemente efectiva, puesto que no se logra dar el impulso necesario a estas demandas. La aprobación de las obras de infraestructura viaria continúa demorándose.
Hasta entrado el nuevo siglo (1908) la Dirección General de Obras Públicas no aprueba el proyecto de los dos primeros tramos de la ansiada carretera general, el que comprende los cinco primeros kilómetros partiendo de San Sebastián y el tramo que sigue, con seis kilómetros, incluyendo varios túneles. Pese a que los trabajos del primer tramo comienzan en 1915 pronto quedan interrumpidos. Después de nueve años sólo se ha logrado construir seis kilómetros y medio. La breve estancia del ministro de Gracia y Justicia Galo Ponte en La Gomera tres años más tarde sirve para reiterar las necesidades de determinadas obras públicas de esta Isla, entre las que se encuentra la carretera general. Por fin, a principio de los años treinta la vía se aproxima al valle de Hermigua (simultáneamente se trabaja en otros tramos próximos a los núcleos poblacionales), donde buena parte del trazado de la vía toma como eje el antiguo camino vecinal Sin embargo, en 1932 tras haberse superado los problemas jurídicos derivados de la aparición de un nacimiento de agua en el túnel de la cumbre, se presentan nuevas dificultades (además de los consabidos cambios políticos, el paro, las subastas desiertas, etc.) provocadas sobre todo por la falta de consignación, que terminan otra vez por paralizar las obras, hecho que como es sabido contribuye decididamente a desencadenar los "sucesos de Hermigua" el 23 de marzo de 1933, que se salda con un obrero y dos guardias civiles muertos y varios heridos. En 1937 todavía se están realizando trabajos de perforación en el largo túnel que atraviesa la cumbre y desemboca en La Carbonera. Al parecer la financiación de esta parte de la obra se logra gracias al interés del ministro canario de Fomento, Guerra del Río.
La carretera de San Sebastián a Vallehermoso habrá de esperar doce años más para su conclusión definitiva, previo un nuevo convenio con el listado que se había firmado seis años antes, y el asfaltado del firme tendrá lugar once años después. Según el convenio de 1930 entre el listado y el Cabildo Insular, esta carretera se hubiese podido construir con los medios de la época en un plazo aproximado de diez años, pero por las causas apuntadas cuadriplicó el tiempo de ejecución con las consiguientes consecuencias que podemos colegir.
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