El histórico problema del Aeropuerto en La Gomera
En una fecha tan temprana como 1935 ya en La Gomera se abría un debate sobre el lugar idóneo para construir un aeródromo en la isla y así intentar que nuestra isla no se quedara relegada en la cola de la expansión de la aviación que experimentaba Canarias en los años treinta.
El artículo que presentamos resulta interesante y curioso en el sentido que nos da información acerca de las inquietudes que empezaba a tener los gomeros sobre este tema, aunque en la isla la verdad estaban más preocupados en terminar las carreteras interiores que unían los diferentes pueblos. La rivalidad entre pueblos y localidades de la isla, algo habitual en sociedades donde predomina el caciquismo, también se hacía notar. Desgraciadamente, como sabemos, La Gomera quedará retrasada en comparación con otras islas en cuanto al desarrollo de la aviación en Canarias se refiere.
Para "Gaceta de Tenerife"
Asuntos de La Gomera
Cuando se busca un lugar para aeródromo en la isla, los gomeros permanecemos en nuestra habitual indiferencia
Contiene esta crónica de hoy, fuera del interés que le da la actualidad y el mismo asunto que la motiva, un valor fieramente informativo y de divugación respeto al emplazamiento de un campo de aterrzaje en esta isla, sin que con ello quiera aparecer como enterado en asuntos para mi tan ajenos como todos los relacionados con la Aviación. Muéveme ciertamente, a emborronar estas cuartillas, un noble afán de prestar algún servicio útil a esta isla de la Gomera, facilitando, a quienes puedan sentirse interesados en el movimiento que se observa respeto a aviación interinsular, el conocimiento que tengo de este territorio, generalmente y erróenamente tenido por poco apto para obras de la índole a que nos estamos refiriendo. Estimúlame además a esta labor, el hecho de haber sido ya visitada esta isla por técnicos en cuestiones tales en busca de un lugar adecuado para establecer una base aérea que sirva como fundamento en una posible próxima comunicación entre Tenerife y Gomera.
Así pues, si afirmo que en toda la región Sur de la Gomera es fácil encontrar, no solo uno. sino muchos lugares apropiados para establecer dicho campo de aterrizaje, entiendo que no peco de exageración, porque a reconocerlo así obligan las planicies de esta reglón, con sus múltiples dilatadas lomadas, despejadas y abiertas a todos los tiempos. Centrando nuestra atención en el término municipal de A!ajeró —y no intento excluir de esta relación, como menos apropiados para dicho emplazamiento, los campos de Chipude, Arure y otros— tenemos infinitos lugares que nos presentan absolutas ventajas a este objeto, ya dentro de la misma capltalidad municipal, ya en todos sus contornos o aledaños. Cerca del Garajonay, casi coronando la isla, -en la espesura de nuestro bosque y donde además convergen en sus límites jurisdiccionales todos los pueblos de la isla, en la "Laguna Grande", encuéntrase también un señalado lugar, capaz de aportar las mayores comodidades con muy poco dispendio. En honor a la brevedad silencio otros sitios. Repetiré, sin embargo, que el Sur de la Gomera es pródigo en parajes donde construir un aeródromo.
Pero, con toda la tristeza que provocan los hechos desgraciados, tenemos que reconocer que la región Sur de la Gomera está imposibilitada, por de pronto, para serivir de base de un aeródromo, puesto que a las grandes ventajas que la Naturaleza aquí nos ha confiado se le ha interpuesto, como siempre, nuestra incomprensión y nuestro abandono; y hoy, cuando se dibuja una posibilidad de establecerse en la Gomera un servicio aéreo, y existe la probabilidad, casi la certeza, de que en breve plazo los cuatro pueblos del Norte se relacionarán entre sí por medio de una carretera, el Sur, no obstante, tiene que permanecer al margen de todo ese concierto progresivo por carecer de un simple camino vecinal que le enlace con la carretera del Norte. Fuera una pronta realidad la construcción de la carretera llamada del Sur, —la que cierra el circuito a lo largo del perímetro insular—y todavía tendríamos que lamentar muchas ausencias de motivos aprovechables, y ello, porque los avances del progreso y las corrientes de la civilización no pueden adoptar el ritmo lento o estacionarlo que suelen imprimir a sus movimientos los pueblos que viven en perpetuo letargo.
Ante el hecho cierto, determinado por ese progreso a que me refiero, de que las comunicaciones aéreas se imponen aceleradamente —como que ya están llamando a nuestras puertas— los gomeros debemos abandonar nuestro característico marasmo, y sin egoísmos lo localistas, siempre perjudiciales, aportar todos nuestros esfuerzos a fin de obtener rápidamente los beneficios de la navegación aérea en la Isla, señalando el lugar más propio y conveniente para establecer el aeródromo, y antes que nada enlazando el Sur con el Norte por medio del camino vecinal que partiendo de Alajeró una a Chpude y el Cedro con el barranco de "Las Rosas", por donde atraviesa la carretera de Agulo a Vallehermoso.
Ahora bien: ¿tendremos en el Norte de la isla un lugar apropiado para establecer nuestro campo de aterrizaje?.. La contestación a esta pregunta será objeto de un nuevo artículo.
Nicanor Melián
Isla de La Gomera, septiembre 1935.
La Gaceta de Tenerife. 19 de septiembre de 1935. Página 8.
El artículo que presentamos resulta interesante y curioso en el sentido que nos da información acerca de las inquietudes que empezaba a tener los gomeros sobre este tema, aunque en la isla la verdad estaban más preocupados en terminar las carreteras interiores que unían los diferentes pueblos. La rivalidad entre pueblos y localidades de la isla, algo habitual en sociedades donde predomina el caciquismo, también se hacía notar. Desgraciadamente, como sabemos, La Gomera quedará retrasada en comparación con otras islas en cuanto al desarrollo de la aviación en Canarias se refiere.
Para "Gaceta de Tenerife"
Asuntos de La Gomera
Cuando se busca un lugar para aeródromo en la isla, los gomeros permanecemos en nuestra habitual indiferencia
Contiene esta crónica de hoy, fuera del interés que le da la actualidad y el mismo asunto que la motiva, un valor fieramente informativo y de divugación respeto al emplazamiento de un campo de aterrzaje en esta isla, sin que con ello quiera aparecer como enterado en asuntos para mi tan ajenos como todos los relacionados con la Aviación. Muéveme ciertamente, a emborronar estas cuartillas, un noble afán de prestar algún servicio útil a esta isla de la Gomera, facilitando, a quienes puedan sentirse interesados en el movimiento que se observa respeto a aviación interinsular, el conocimiento que tengo de este territorio, generalmente y erróenamente tenido por poco apto para obras de la índole a que nos estamos refiriendo. Estimúlame además a esta labor, el hecho de haber sido ya visitada esta isla por técnicos en cuestiones tales en busca de un lugar adecuado para establecer una base aérea que sirva como fundamento en una posible próxima comunicación entre Tenerife y Gomera.
Así pues, si afirmo que en toda la región Sur de la Gomera es fácil encontrar, no solo uno. sino muchos lugares apropiados para establecer dicho campo de aterrizaje, entiendo que no peco de exageración, porque a reconocerlo así obligan las planicies de esta reglón, con sus múltiples dilatadas lomadas, despejadas y abiertas a todos los tiempos. Centrando nuestra atención en el término municipal de A!ajeró —y no intento excluir de esta relación, como menos apropiados para dicho emplazamiento, los campos de Chipude, Arure y otros— tenemos infinitos lugares que nos presentan absolutas ventajas a este objeto, ya dentro de la misma capltalidad municipal, ya en todos sus contornos o aledaños. Cerca del Garajonay, casi coronando la isla, -en la espesura de nuestro bosque y donde además convergen en sus límites jurisdiccionales todos los pueblos de la isla, en la "Laguna Grande", encuéntrase también un señalado lugar, capaz de aportar las mayores comodidades con muy poco dispendio. En honor a la brevedad silencio otros sitios. Repetiré, sin embargo, que el Sur de la Gomera es pródigo en parajes donde construir un aeródromo.
Pero, con toda la tristeza que provocan los hechos desgraciados, tenemos que reconocer que la región Sur de la Gomera está imposibilitada, por de pronto, para serivir de base de un aeródromo, puesto que a las grandes ventajas que la Naturaleza aquí nos ha confiado se le ha interpuesto, como siempre, nuestra incomprensión y nuestro abandono; y hoy, cuando se dibuja una posibilidad de establecerse en la Gomera un servicio aéreo, y existe la probabilidad, casi la certeza, de que en breve plazo los cuatro pueblos del Norte se relacionarán entre sí por medio de una carretera, el Sur, no obstante, tiene que permanecer al margen de todo ese concierto progresivo por carecer de un simple camino vecinal que le enlace con la carretera del Norte. Fuera una pronta realidad la construcción de la carretera llamada del Sur, —la que cierra el circuito a lo largo del perímetro insular—y todavía tendríamos que lamentar muchas ausencias de motivos aprovechables, y ello, porque los avances del progreso y las corrientes de la civilización no pueden adoptar el ritmo lento o estacionarlo que suelen imprimir a sus movimientos los pueblos que viven en perpetuo letargo.
Ante el hecho cierto, determinado por ese progreso a que me refiero, de que las comunicaciones aéreas se imponen aceleradamente —como que ya están llamando a nuestras puertas— los gomeros debemos abandonar nuestro característico marasmo, y sin egoísmos lo localistas, siempre perjudiciales, aportar todos nuestros esfuerzos a fin de obtener rápidamente los beneficios de la navegación aérea en la Isla, señalando el lugar más propio y conveniente para establecer el aeródromo, y antes que nada enlazando el Sur con el Norte por medio del camino vecinal que partiendo de Alajeró una a Chpude y el Cedro con el barranco de "Las Rosas", por donde atraviesa la carretera de Agulo a Vallehermoso.
Ahora bien: ¿tendremos en el Norte de la isla un lugar apropiado para establecer nuestro campo de aterrizaje?.. La contestación a esta pregunta será objeto de un nuevo artículo.
Nicanor Melián
Isla de La Gomera, septiembre 1935.
La Gaceta de Tenerife. 19 de septiembre de 1935. Página 8.








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