“Yo, no quería vacunarme...”

Santiago Negrín Dorta*

Al contrario de lo que sucede en otros países, en España, no hay una sanción prevista para las personas que se saltan el protocolo de vacunación y reciben la primera dosis antes. Yo, obviamente, soy partidario de respetar las normas, que para eso se están, pero carajo, a ver si nos ponemos de acuerdo, porque luego oigo a montón de gente, aquí y allá, diciendo aquello de: “yo no me la pongo hasta qué se vacunen los políticos”. Seguro que lo han oído...

De hecho, la excusa más ridícula y friki que he leído es la del consejero de Sanidad de Ceuta. Tras reconocer que había recibido la dosis, se justificó así: “Yo no quería vacunarme, pero mis técnicos me plantearon que, o me vacunaba yo con ellos, o ellos no se vacunaban. No me vacuno ni de la gripe. No me gustan las vacunas”. Y se quedó tan ufano el elemento, diciendo que "lo volvería a hacer".

Realmente no sé qué es peor, sí que el fulano se haya vacunado antes, o que, como cargo público diga que no les gustan las vacunas. En el fondo lo que hay es una preocupación enorme porque el eufórico ritmo inicial de las dosis y el sueño de una fórmula magistral, que iba a acabar con la enfermedad, está aflojando y eso que en Canarias somos de los más rápidos del país.

¿Recuerdan hace unas semanas la foto de nuestros mayores, de las llegadas de las cajas en avión, de cómo iban protegidas por el ejército, de toda España unida vacunando el mismo día y bla bla...? A mí me parece que nuestras cabezas de carnero están ya “topando” contra el muro de las lamentaciones de los fabricantes, que ya han dicho que hay un concepto que se llama “capacidad de producción”. Desgraciadamente, me da, hubo demasiadas palabras y, también, mucha calculadora sin pilas...

* Periodista y Analista de Actualidad. Profesor de Comunicación Universidad Europea.

 (Reflexiones de un periodista inquieto.  La Chincheta lo cuenta todo...  sin miedo, en dos minutos).