Errar, a veces, no es de Humanos
Sí, cometer errores es propio del Ser Humano, pero comportarnos como Humanoides Analfabetos, no. Y es por aquello de que el hombre y la mujer (y viceversa), son los únicos animalitos que tropiezan no una, sino las veces que haga falta, con la misma piedra. La piedra en este caso tiene nombre: la manifestación del 8M, Dia Internacional de La Mujer.
Santiago Negrín Dorta*
Queda una semana, y como si no hubiera otro problema en este país, ya la están liando partidos políticos y asociaciones varias acerca de si se deben celebrar las tradicionales manifestaciones. Unos llamando al tumulto en la calle y otros diciendo que salir es de irresponsables. Pero vamos a ver... ¿Es que no aprendemos? ¿Es que tenemos la memoria tan frágil que ya no recordamos lo que ocurrió hace un año?.
En Madrid están dispuestos a autorizar que se manifiesten hasta un total de 500 personas. Manda webos, con decenas de miles de muertos y no aprendemos. La única voz coherente que he escuchado entre el griterío de una turba de irresponsables es la de la ministra de Sanidad, Carolina Darias: “no ha lugar”. Sí, ministra. Así de claro. Y lo dice, porque además ella resultó contagiada de Covid el pasado año en esa misma manifestación.
Recordar ahora, que lo del año pasado se celebró junto a partidos de fútbol y mítines políticos es una excusa tan barata como miserable. El año pasado (y perdón) la cagamos. Llegamos tarde y mal. Y el precio de ese 8M, futbol y mítines, han sido miles de muertos. ¿Queremos otra vez miles de muertos...? tal vez el Sr. Echenique (Podemos), que ha animado a manifestarse, no le tenga tanto apego a la vida. Creo que la mayoría de españolitos de a pie sí, sobre todo después un año de tremendos sacrificios y de ver morir a seres queridos.
Animar y autorizar una manifestación, aunque su propósito sea magnífico, conmemorar los derechos de la mujer (que bien ganados están y bastantes que faltan...), es un gravísimo error de consecuencias fatales, porque, además, estos encuentros se saben cómo empiezan (supuestamente con 500 personas) y también como acaban: con 40.000 manifestantes, entre besos, abrazos, toses y estornudos, exaltando la amistad y el calor humano. Y el Virus divertidísimo, frotándose las manos, instalándose mientras baila la conga. Como dirían por aquí: ¿son bobos o qué?.
* Periodista y Analista de Actualidad. Profesor de Comunicación Universidad Europea.
(Reflexiones de un periodista inquieto. La Chincheta lo cuenta todo... sin miedo, en dos minutos).
Santiago Negrín Dorta*
Queda una semana, y como si no hubiera otro problema en este país, ya la están liando partidos políticos y asociaciones varias acerca de si se deben celebrar las tradicionales manifestaciones. Unos llamando al tumulto en la calle y otros diciendo que salir es de irresponsables. Pero vamos a ver... ¿Es que no aprendemos? ¿Es que tenemos la memoria tan frágil que ya no recordamos lo que ocurrió hace un año?.
En Madrid están dispuestos a autorizar que se manifiesten hasta un total de 500 personas. Manda webos, con decenas de miles de muertos y no aprendemos. La única voz coherente que he escuchado entre el griterío de una turba de irresponsables es la de la ministra de Sanidad, Carolina Darias: “no ha lugar”. Sí, ministra. Así de claro. Y lo dice, porque además ella resultó contagiada de Covid el pasado año en esa misma manifestación.
Recordar ahora, que lo del año pasado se celebró junto a partidos de fútbol y mítines políticos es una excusa tan barata como miserable. El año pasado (y perdón) la cagamos. Llegamos tarde y mal. Y el precio de ese 8M, futbol y mítines, han sido miles de muertos. ¿Queremos otra vez miles de muertos...? tal vez el Sr. Echenique (Podemos), que ha animado a manifestarse, no le tenga tanto apego a la vida. Creo que la mayoría de españolitos de a pie sí, sobre todo después un año de tremendos sacrificios y de ver morir a seres queridos.
Animar y autorizar una manifestación, aunque su propósito sea magnífico, conmemorar los derechos de la mujer (que bien ganados están y bastantes que faltan...), es un gravísimo error de consecuencias fatales, porque, además, estos encuentros se saben cómo empiezan (supuestamente con 500 personas) y también como acaban: con 40.000 manifestantes, entre besos, abrazos, toses y estornudos, exaltando la amistad y el calor humano. Y el Virus divertidísimo, frotándose las manos, instalándose mientras baila la conga. Como dirían por aquí: ¿son bobos o qué?.
* Periodista y Analista de Actualidad. Profesor de Comunicación Universidad Europea.
(Reflexiones de un periodista inquieto. La Chincheta lo cuenta todo... sin miedo, en dos minutos).








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