Lunes, 20 de Octubre de 2025

Opinion
Domingo, 20 de Junio de 2021

“Menos es más”

Es una cita que originalmente se atribuyó al arquitecto Mies Van der Rohe y se aplicó al mundo de la arquitectura, el diseño y las artes. “Menos es más” es un lema que quiero aplicar al “Colectivo de Escuelas Rurales” de La Gomera, aquí en nuestra isla. Lo que en un principio pudiera leerse como un mensaje negativo (-) es, inversamente, su fuerza positiva (+).

Por: Emilio Bueno García *

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Quiero aprovechar este artículo y la fuerza del mensaje para agradecer en este curso tan especial, complicado, adverso, lleno de precauciones, miedos y angustias vitales, a quienes lo han vuelto positivo.

 

En primer lugar, quiero darles las GRACIAS a las alumnas y alumnos.  Se merecerían el mayor de los monumentos.


Cuando comenzamos este curso 2020/21 no había vacunas, solo teníamos mascarillas que escondían nuestros rostros, nuestras emociones, nuestras sonrisas…Ellas y ellos han mantenido continuamente las medidas de seguridad, se han comportado como verdaderos héroes, haciendo de la fragilidad, su valentía. Nunca han dejado de cumplir las normas que las autoridades fijaron para el alumnado. Mascarillas, gel hidroalcohólico y grupos burbujas han sido sus armas: eso es respeto a sus compañeros y compañeras Sin más motivación que la alegría de compartir su vida entre sus iguales: eso es solidaridad. Parece poco pero, es más. Ahora, en junio de 2021, acabando el curso tenemos la esperanza, tenemos las vacunaciones, tenemos las expectativas… pero al comienzo, ellas y ellos solo se enfrentaron a la adversidad con algo tan sutil y tan valioso como es la ilusión de aprender. Y lo han logrado.


A las familias, que han proyectado en sus burbujas, paraísos rurales, todo el esfuerzo, gracias. Por la superación, el cuidado, el cariño, la complicidad y el tesón que han puesto para mantener inalterable el trabajo y la ilusión de sus hijas e hijos, intentando y logrando que cada día acudieran a las aulas felices, contentos para formarse con sus maestras y maestros: eso es amor. Sin esa labor nada hubiera resultado útil. Es una imagen imborrable verlos llegar felices a sus pequeños colegios.  Algo inefable que forma parte de la retina y del sentimiento, que no puede ser contenido en ninguna palabra. Gracias, infinitamente  gracias. Ese logro también es de ustedes.

 

Otra parte de este caleidoscopio tan complejo son las maestras y maestros que forman parte de este colectivo. No llegan a una decena de docentes los que se dedican con toda su profesionalidad y cariño a la formación de esas maravillosas personas. Dar clases con mascarillas, no poder dar el afecto emocional, cuidarse del contacto y al mismo tiempo prestarles sus manos para que no caigan al suelo, recogerlos, distanciarte y estar cerca, ser responsables en el cuidado de sus pequeñas burbujas, sortear todas las dificultades de este curso. Han constituido ustedes otra pieza clave del éxito. Gracias, muchas gracias.

 

Un engranaje que no vemos, como no se ven en los grandes cruceros de lujo a los mecánicos, personal de mantenimiento, estibadores, etc. Haciendo un trabajo quedo y en la sombra (tripulación indispensable), son los y las profesionales de administración, limpieza, cocina, ayudantes, conductores, vigilantes… sin los que no se podría llevar a cabo, ni siquiera se podrían abrir un solo día los centros. Por eso, por su resistencia, por su coraje y por su ayuda quedaremos agradecidas todas y todos, desde los más pequeños hasta los mayores. Sin ustedes tampoco hubiera sido posible.

 

Finalmente, agradecemos a las administraciones, a la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias y su apuesta indudable (tal y como nos comunicó en su reciente visita la Viceconsejera de Educación), por el Colectivo de Escuelas Rurales.  Gracias, qué duda cabe, a las administraciones más cercanas en los que se enclavan estos centros: eso es apostar con hechos por las zonas rurales.  Conocen de sobra que, sin centros educativos, sin niños y niñas, perderíamos población, paisaje, naturaleza, el cuidado del entorno, el amor por lo pequeño.

 

Y sí, el “Colectivo de Escuelas Rurales” es pequeño, pero se hace grande. Son menos, pero quieren y dan más. Sin apenas más incremento en sus presupuestos que mascarillas, desinfectante y algún litro de gel, han logrado la educación de las alumnas y alumnos. Consiguiendo entre todos los mencionados, de los pocos que son,  no haber caído desesperanzados entre tanta negatividad. Han dado más.

 

Gracias a todos y todas

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