El HUC inicia en Canarias implantes de válvula aórtica a través de carótida
El Servicio de Cirugía Cardíaca del Hospital Universitario de Canarias (HUC) ha realizado las primeras intervenciones desarrolladas en el archipiélago de implante de prótesis de válvula aórtica a través de la arteria carótida, una vía de abordaje poco frecuente.
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La recuperación y evolución de los primeros cinco pacientes a los que se ha realizado la intervención ha sido muy favorable y rápida, ha informado este jueves en un comunicado el HUC, adscrito a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias.
Este procedimiento denominado TAVI (por sus siglas en inglés de Implante de Válvula Aórtica Transcatéter) consiste en implantar una prótesis de válvula cardíaca previamente plegada para poder introducirla dentro de un catéter.
De esta manera, el HUC se convierte en el hospital pionero en Canarias en implantar este dispositivo TAVI a través de la carótida en el ámbito de la cirugía mínimamente invasiva o "transcáteter aórtica".
Esta técnica permite implantar una prótesis valvular aórtica guiada a través de un catéter, de forma endovascular, es decir, a través del interior de un vaso, sin tener que realizar la apertura del esternón en la gran mayoría de los casos.
Este catéter se puede introducir por la arteria femoral, la arteria axilar, la arteria carótida, la aorta o por la punta del corazón, dependiendo de las características de cada paciente.
A través de esa guía se hace avanzar una válvula plegada en un catéter hasta el lugar de la válvula aórtica calcificada y enferma.
Una vez allí se procede al despliegue de la prótesis dentro de la válvula del paciente que queda rechazada hacia fuera, de forma que esta prótesis se queda apoyada en esa válvula calcificada del paciente pero funcionando correctamente.
Este procedimiento está indicado en pacientes con mucho riesgo quirúrgico y que no tenían otra opción de tratamiento ni otro acceso vascular.
De esta técnica se benefician los pacientes que padecen una estenosis aórtica severa.
Así, en estos pacientes se debe valorar los pros y contras de la técnica TAVI en comparación con la cirugía convencional para individualizar y determinar cuál es la técnica y la vía de acceso más adecuada para cada uno.
El implante de una TAVI a través de la artería carótida está más limitado por su dificultad técnica y posibles complicaciones, pero para algunos pacientes con enfermedad muy severa de las arterias periféricas puede ser el único acceso valido para llegar al corazón e implantar una protesis aórtica.
Entre las ventajas de esta técnica se encuentra que la recuperación de los pacientes es más rápida y supone menor tiempo de hospitalización que la cirugía convencional a corazón abierto.
Los buenos resultados de este procedimiento quirúrgico pasan por dos factores: una adecuada selección de pacientes y la experiencia del equipo quirúrgico multidisciplinar, compuesto por anestesiólogos, cardiólogos especialistas en imagen, cirujanos cardíacos y profesionales de enfermería.
La válvula aórtica es una de las cuatro válvulas que controlan el flujo sanguíneo en el corazón y separa la cavidad cardíaca inferior izquierda, ventrículo izquierdo, y la aorta, arteria principal del cuerpo.
Cuando el corazón se contrae, la válvula aórtica se abre y permite que la sangre fluya desde el ventrículo izquierdo hacia la aorta.
Cuando el corazón se relaja, la válvula aórtica se cierra e impide que la sangre fluya hacia atrás.
Con la edad, entre otras causas, la válvula aórtica se va degenerando, esto es, se calcifica y se estrecha y no deja pasar la sangre del corazón hacia el resto del organismo.
Una válvula aórtica afectada por la enfermedad degenerativa puede interferir en el flujo sanguíneo y forzar al corazón a realizar un esfuerzo mayor para enviar sangre al resto del cuerpo.
El reemplazo de la válvula aórtica pueden mejorar el flujo sanguíneo, reducir los síntomas de la enfermedad de la válvula cardíaca y prolongar la vida.
Los pacientes con estenosis aórtica severa fundamentalmente presentan alguno o todos estos síntomas: disnea (sensación de falta de aire o asfixia) cuando hace un esfuerzo mínimo, síncopes (caídas o pérdidas súbitas de conciencia de las que se recuperan rápidamente) o episodios de dolor u opresión en el pecho.
La cirugía convencional consiste en la apertura del esternón y sustitución de la válvula aórtica mediante circulación extracorpórea (“a corazón abierto”).
Sin embargo, hay pacientes a los que no se puede realizar este procedimiento abierto por su elevado riesgo a la hora de afrontar la cirugía o el postoperatorio (edad avanzada, patologías asociadas) o problemas anatómicos como la calcificación de la aorta (“aorta de porcelana”).
Estos pacientes no se podrían beneficiar del tratamiento y sus expectativas de vida serían muy cortas y para ellos esta alternativa ha demostrado su beneficio, explica el HUC.
La recuperación y evolución de los primeros cinco pacientes a los que se ha realizado la intervención ha sido muy favorable y rápida, ha informado este jueves en un comunicado el HUC, adscrito a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias.
Este procedimiento denominado TAVI (por sus siglas en inglés de Implante de Válvula Aórtica Transcatéter) consiste en implantar una prótesis de válvula cardíaca previamente plegada para poder introducirla dentro de un catéter.
De esta manera, el HUC se convierte en el hospital pionero en Canarias en implantar este dispositivo TAVI a través de la carótida en el ámbito de la cirugía mínimamente invasiva o "transcáteter aórtica".
Esta técnica permite implantar una prótesis valvular aórtica guiada a través de un catéter, de forma endovascular, es decir, a través del interior de un vaso, sin tener que realizar la apertura del esternón en la gran mayoría de los casos.
Este catéter se puede introducir por la arteria femoral, la arteria axilar, la arteria carótida, la aorta o por la punta del corazón, dependiendo de las características de cada paciente.
A través de esa guía se hace avanzar una válvula plegada en un catéter hasta el lugar de la válvula aórtica calcificada y enferma.
Una vez allí se procede al despliegue de la prótesis dentro de la válvula del paciente que queda rechazada hacia fuera, de forma que esta prótesis se queda apoyada en esa válvula calcificada del paciente pero funcionando correctamente.
Este procedimiento está indicado en pacientes con mucho riesgo quirúrgico y que no tenían otra opción de tratamiento ni otro acceso vascular.
De esta técnica se benefician los pacientes que padecen una estenosis aórtica severa.
Así, en estos pacientes se debe valorar los pros y contras de la técnica TAVI en comparación con la cirugía convencional para individualizar y determinar cuál es la técnica y la vía de acceso más adecuada para cada uno.
El implante de una TAVI a través de la artería carótida está más limitado por su dificultad técnica y posibles complicaciones, pero para algunos pacientes con enfermedad muy severa de las arterias periféricas puede ser el único acceso valido para llegar al corazón e implantar una protesis aórtica.
Entre las ventajas de esta técnica se encuentra que la recuperación de los pacientes es más rápida y supone menor tiempo de hospitalización que la cirugía convencional a corazón abierto.
Los buenos resultados de este procedimiento quirúrgico pasan por dos factores: una adecuada selección de pacientes y la experiencia del equipo quirúrgico multidisciplinar, compuesto por anestesiólogos, cardiólogos especialistas en imagen, cirujanos cardíacos y profesionales de enfermería.
La válvula aórtica es una de las cuatro válvulas que controlan el flujo sanguíneo en el corazón y separa la cavidad cardíaca inferior izquierda, ventrículo izquierdo, y la aorta, arteria principal del cuerpo.
Cuando el corazón se contrae, la válvula aórtica se abre y permite que la sangre fluya desde el ventrículo izquierdo hacia la aorta.
Cuando el corazón se relaja, la válvula aórtica se cierra e impide que la sangre fluya hacia atrás.
Con la edad, entre otras causas, la válvula aórtica se va degenerando, esto es, se calcifica y se estrecha y no deja pasar la sangre del corazón hacia el resto del organismo.
Una válvula aórtica afectada por la enfermedad degenerativa puede interferir en el flujo sanguíneo y forzar al corazón a realizar un esfuerzo mayor para enviar sangre al resto del cuerpo.
El reemplazo de la válvula aórtica pueden mejorar el flujo sanguíneo, reducir los síntomas de la enfermedad de la válvula cardíaca y prolongar la vida.
Los pacientes con estenosis aórtica severa fundamentalmente presentan alguno o todos estos síntomas: disnea (sensación de falta de aire o asfixia) cuando hace un esfuerzo mínimo, síncopes (caídas o pérdidas súbitas de conciencia de las que se recuperan rápidamente) o episodios de dolor u opresión en el pecho.
La cirugía convencional consiste en la apertura del esternón y sustitución de la válvula aórtica mediante circulación extracorpórea (“a corazón abierto”).
Sin embargo, hay pacientes a los que no se puede realizar este procedimiento abierto por su elevado riesgo a la hora de afrontar la cirugía o el postoperatorio (edad avanzada, patologías asociadas) o problemas anatómicos como la calcificación de la aorta (“aorta de porcelana”).
Estos pacientes no se podrían beneficiar del tratamiento y sus expectativas de vida serían muy cortas y para ellos esta alternativa ha demostrado su beneficio, explica el HUC.
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