Portales de Carnaval

Menos mal que el Alcalde Bermúdez tiene miles de litros de zotal, lejía y una buena manguera para limpiar esos portales meados, donde además, más de uno que sale por la mañana se encuentra a los típicos, con la calentura apretando más que una llave inglesa, haciendo “guarreridas canarias”. Un calentón bien vale un portal...

Mucha gente que vive en el centro de SCTFE y puede,  se manda a mudar unos días, para no sacar a pasear al perro a primera hora y observar en el portal, que lo que el perro hace en la calle, es una broma al lado del pastel que se encuentra. El portal se convierte en un lugar de culto sagrado donde depositar las sagradas escrituras...

Las barras de los quioscos suelen ser el plan C. Tenía unos amigos (medio malandros...), que en cierta ocasión, se acercaron a la barra, y pidieron dos perritos calientes. En lo que el diligente camarero les daba la espalda para hacerlos, no tuvieron pudor alguno en servirse dos generosas cervezas ellos mismos del grifo, a la vez que por debajo de la barra, con aquello al aire, descargaban la cerveza anterior...

Mean el buzón de correos, el contenedor y todas las paredes que trincan. Mean en cada esquina, en las flores y en los escaparates. A ver si la nueva ordenanza municipal (con multas de 300 a 750 euros por miccionar en la calle), consigue que los guarros se lo piensen. Ya hace unos días, la Policía Local trancó a uno con aquello al aire, y la “meadita” le costó 300 euros. Se fue calentito pa casa. Pues eso.