El peso de la Ley...

Pero...aún teniendo en cuenta el cabreo lógico que todo esto produce en la ciudadanía, la gente tiene temas más “mundanos” de los que preocuparse: pagar facturas, la compra del super (cada día más cara) o hipotecas y préstamos escandalosos. Las familias sudan para llegar a fin de mes (si es que llegan...) y contemplan con rabia este circo de “mordidas”, fiestas, trapisondas de meretrices, estupefacientes varios y viajes prometidos al infinito y más allá.

Mientras eso pasa, seguimos teniendo un escenario deprimido. Solo la recuperación turística, el descenso en el número de parados y algunos brotes verdes en el área sanitaria, alumbran un poquito de esperanza. Por ejemplo: el pasado 1 de Marzo, en Canarias, Sanidad puso en marcha una medida que puede ser buena, 34 pacientes por consulta al día. 28 en pediatría. Ni uno más, ni uno menos.

Tardaremos más en coger cita, pero así al menos, que a uno, el médico de familia, no lo atienda como la caja de un supermercado. Era justo y necesario para un servicio que presentaba un agotamiento absoluto. Y a ver si esto funciona para que los que van “fuera de hora”, no acaben en las Urgencias del hospital, quemando más aún a un servicio, que es como una tarjeta de crédito, echando humo a fin de mes.

Parece que van a contratar más médicos. Lo creeré cuando lo vea. Las Urgencias, más que dejadas de la mano de Dios (como reza la expresión), es que, para los “Dioses Políticos”, no existen. Pero ésa es otra historia para no dormir, que más que un artículo, merece una tesis doctoral. Esto sí interesa a la gente. ¿Lo otro? ¿las mediaciones?  Un jardín de macacos, que solo aporta miseria y tufo maloliente.