Ni se compra, ni se vende...
El cariño verdadero ni se compra ni se vende, no hay en el mundo dinero con qué pagar los quereres. Y ahora que vamos a una época electoral donde parece que todo el mundo quiere pagar los quereres, pues ni en política, hay cómo comprar lo quereres, porque querer en política, y en general en todos los ámbitos de la vida, es amar. Sin importarte si eres tonto o torpe.
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Santiago Negrín Dorta
Es querer, cuidar al vecino, no esperar a última hora para prometer lo que no has podido cumplir y mirar a la cara y decir que has podido hacer lo que habías dicho que podías hacer. Soy africano por mi situación geográfica. Ario de raza blanca y de ojos verdes, y además vivo a 1500 Km de Europa. Y tengo que coger el avión para todo.
Pero de verdad que el cariño es algo que no se puede comprar, ni en política ni en el resto de la vida. Ay Señor...época de promesas, época de los quereres más inauditos y épocas de burros volando por el aire. Épocas de pactos y encuestas por la derecha y por la izquierda. Por el centro del campo parece que ya nadie quiere jugar.
Siempre hable de las cositas del querer. Ésas que hacen que te sientas vivo, si no tienes la cositas del querer ya sabes...como en aquella novela: “dispara que yo ya estoy muerto”. Después del 28M, ¿se acuerdan qué hay unas elecciones?, más de uno o una va a mirarse al ombligo y pensar por dónde camina. Lo importante realmente es no caminar solo.
Miedo me da, porque llevo 30 años en estos andurriales y no lo había visto tan competido. Pero en la vida todo es así. Hay que competir, y si no estás a la altura, como le pasa a algunos de nuestros políticos, y otros u otras que no lo son, pero se sienten por encima de los demás, pues eso, te acabas estallando contra la pared del andurrial donde pensabas que vivías feliz, en política y en todo. En política, en las cositas del querer y en todo, mejor no jugar. El cariño verdadero, ni se compra ni se vende.
Santiago Negrín Dorta
Es querer, cuidar al vecino, no esperar a última hora para prometer lo que no has podido cumplir y mirar a la cara y decir que has podido hacer lo que habías dicho que podías hacer. Soy africano por mi situación geográfica. Ario de raza blanca y de ojos verdes, y además vivo a 1500 Km de Europa. Y tengo que coger el avión para todo.
Pero de verdad que el cariño es algo que no se puede comprar, ni en política ni en el resto de la vida. Ay Señor...época de promesas, época de los quereres más inauditos y épocas de burros volando por el aire. Épocas de pactos y encuestas por la derecha y por la izquierda. Por el centro del campo parece que ya nadie quiere jugar.
Siempre hable de las cositas del querer. Ésas que hacen que te sientas vivo, si no tienes la cositas del querer ya sabes...como en aquella novela: “dispara que yo ya estoy muerto”. Después del 28M, ¿se acuerdan qué hay unas elecciones?, más de uno o una va a mirarse al ombligo y pensar por dónde camina. Lo importante realmente es no caminar solo.
Miedo me da, porque llevo 30 años en estos andurriales y no lo había visto tan competido. Pero en la vida todo es así. Hay que competir, y si no estás a la altura, como le pasa a algunos de nuestros políticos, y otros u otras que no lo son, pero se sienten por encima de los demás, pues eso, te acabas estallando contra la pared del andurrial donde pensabas que vivías feliz, en política y en todo. En política, en las cositas del querer y en todo, mejor no jugar. El cariño verdadero, ni se compra ni se vende.
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