Miércoles, 17 de Septiembre de 2025

Noé Ramón - Efe / Santa Cruz de Tenerife -
Miércoles, 10 de Julio de 2024

Medio siglo del "redescubrimiento" de La Gomera

En la historia de La Gomera hay una fecha decisiva: 1974. Ese año es el inicio de líneas marítimas rápidas, económicas y con capacidad para vehículos que implicó que el mundo redescubriera la isla, que durante años permaneció encerrada en sus propios límites.

 

[Img #95795]

 

A partir de 1974 La Gomera se puso de moda. Todo el mundo quería viajar en el ferry Benchijigua con su coche para recorrerla, tanto los canarios como posteriormente los peninsulares y extranjeros.

Fue a raíz de que se construyera la autopista del sur de Tenerife cuando se dio vía libre a la llegada de la línea de Fred Olsen, que supuso toda una revolución y a la que un año después se sumó otra de Naviera Armas.

En su momento, la embarcación fue llamada 'la guagua de Taco', barrio de Santa Cruz de Tenerife en el que se asentaba un elevado número de gomeros que comenzaron a hacer uso de esta línea.

Y también con la puesta en marcha del Benchijigua es cuando los habitantes de la isla comenzaron a trasladarse al sur de Tenerife, donde las posibilidades de trabajo debido a la implantación del turismo eran inmensas.

"La Gomera se abrió de par en par, está claro que hubo un antes y un después de aquella fecha", indica a EFE el Premio Canarias de Comunicación, Sito Ximancas.

La fecha y la hora mágica en la que cambió gran parte del porvenir de La Gomera fue el 8 de julio de 1974 a las 11.00 de la mañana cuando zarpó por primera vez del puerto de Los Cristianos rumbo a San Sebastián el Benchijigua, un ferry construido en los astilleros de la ciudad noruega de Trondheim, con capacidad para casi 400 pasajeros y un máximo de 60 vehículos.

El viaje inaugural supuso todo un acontecimiento social que se ha convertido en histórico. No era para menos, ya que, hasta ese momento, las travesías a la Isla Colombina las realizaban los populares correíllos, que tardaban entre 12 y 14 horas desde la capital tinerfeña.

Con la nueva apuesta impulsada por el armador noruego Fred. Olsen y un grupo de empresarios tinerfeños, el tiempo se reducía a un hora y media y, además, se planificaron tres salidas diarias desde cada puerto. El precio inicial del billete era de 280 pesetas por pasajero, 340 con guagua desde Santa Cruz y entre 500 y 700 por vehículo.

El despegue del desarrollo económico de La Gomera

El bautizo de la línea que marcaría el desarrollo socioeconómico de La Gomera contó con la presencia de las autoridades insulares y una amplia representación del sector empresarial. Tampoco faltaron los silbadores, un grupo folclórico a ritmo de chácaras y tambores y nada más atracar se procedió a la bendición del ferry por parte del obispo, Luis Franco Cascón.

En el viaje inaugural, embarcaron el gobernador civil de la provincia, Rafael González Echegaray; el gobernador militar, Rafael Facerías; y el presidente de la Mancomunidad de Cabildos, Rafael Clavijo, entre otros cargos públicos.

El periodista Juan Carlos Díaz Lorenzo recuerda, en su blog 'Puente de Mando', que el capitán Miguel Ángel Sánchez Conejo, encargado de traer el barco desde Noruega, condujo el histórico viaje y José García Oliva fue el primer jefe de máquinas.

El Benchijigua, dotado de estabilizadores para facilitar una navegación más cómoda y con una capacidad motora de 2.310 caballos, que le permitía alcanzar una velocidad de crucero de 14,5 nudos (27 km/h), costó 182 millones de pesetas, ofrecía a bordo un nuevo concepto de atención al cliente, con restaurante, dos bares y televisión.

Su entrada en servicio obligó a realizar obras de acondicionamiento en los muelles de la capital gomera y de Arona, donde la empresa instaló rampas en los atraques.

El barco siempre dormía en La Gomera, lo que permitió que en numerosas ocasiones se activara de madrugada para trasladar a Tenerife a enfermos que estuvieran graves. Un servicio impagable que, 50 años después, la población gomera no olvida.

Las cifras apuntan que en sus primeros seis meses, ya había transportado a más de 100.000 pasajeros.

Desde sus inicios, la conexión marítima facilitó las excursiones de un día de turistas desde Tenerife que continúan con éxito hasta la actualidad, lo que contribuyó a generar economía en la Isla Colombina, que vio cómo aumentaban las ventas de sus productos artesanos, se beneficiaban los taxis y las guaguas y se creaban restaurantes y empresas de alquiler de coches.

El éxito de la línea Los Cristianos-La Gomera llevó a los directivos de la empresa a adquirir, seis años después, un buque de mayores dimensiones valorado en 300 millones de pesetas.

Un antes y un después en La Gomera

Cuando se cumple el medio siglo de todo aquello, está claro que la historia de La Gomera tiene un antes y un después en aquel 8 de julio de 1974. Las consecuencias fueron radicales: La Gomera dejó de estar aislada y a partir de entonces inició un despegue económico y turístico sin precedentes y además imprevisible e insospechado, pocas fechas antes.

La propia celebración del 45 aniversario fue también especial porque coincidió justo cuando la conexión experimentó otro nuevo impulso decidido gracias al aumento de las bonificaciones para residentes que pasan del 50 % al 75 %.

El presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo, recordó en su momento que hasta aquella histórica fecha de 1974, los viajes por mar a Tenerife tardaban hasta 14 horas y como otros miles de gomeros lo vivió en sus propias carnes cuando fue estudiante.

"Hay que recordar que entonces ni siquiera había aeropuerto, con lo cual el hito tuvo aún más trascendencia. Desde 1974, La Gomera ha vivido un crecimiento continuo, sostenido y equilibrado y este medio de transporte se convirtió en esencial", dijo el presidente.

La importancia de la línea es tal que en estos momentos está considerada una de las que registran mayor afluencia de todo el país, con un volumen de pasajeros inédito en el resto de las conexiones marítimas nacionales.

De hecho el movimiento que experimenta sólo es comparable al del Estrecho de Gibraltar. Díaz Lorenzo recuerda que el buque fue construido en Noruega y llegó a las islas acogiéndose a las ventajas del Régimen Económico y Fiscal (REF) aprobado en 1972 apenas dos años antes.

José Fernando Salvador trabajó durante muchos años como práctico de atraques en el muelle de La Gomera. Precisamente fue el responsable de organizar la maniobra de la llegada del primer ferry, aquel 8 de julio de 1974.

En realidad este puesto correspondía a otra persona pero como no tenía demasiada experiencia en este tipo de maniobras al final se puso al mando.

Poco después conseguiría cambiar la forma de llevar a cabo el atraque de manera que el tiempo se vio reducido de 20 minutos a apenas siete.

La nueva técnica resultó ser toda una nueva revolución en la historia domestica de las conexiones marítimas gomeras. Fernando Salvador ocupó el puesto de capitán del ferry durante tres meses en el verano siguiente de 1975.

En su momento resumió las consecuencias de la nueva línea con una frase: "a gente se cansó de venir al puerto a ver como atracaban los barcos y de criticarnos".

La llegada de los barcos dejó de ser una novedad y no generaba la expectación y los acalorados debates que se producían al principio.

"Hubo épocas en las que incluso silbaban al capitán" cuando la maniobra no se hacía al gusto de los espectadores, recordaba. Pero lo cierto es que en aquellos tiempos el muelle apenas medía 135 metros, con lo cual las operaciones resultaban muy complicadas y más aún dado el mar de fondo que se concentra en los alrededores del puerto.

Una de las personas que participó en el primer viaje del Benchijigua fue el luego eurodiputado Isidoro Sánchez.

"Ese viaje lo estrené junto con mi familia, porque mi padre había sido marino mercante en su juventud y conocía al capitán y al práctico gomero, lo que nos permitió conseguir una plaza en aquel viaje histórico". De aquel día recuerda la emoción de todos los pasajeros conscientes de vivir un momento histórico pero especialmente le llamó la atención como momentos antes de atracar ya se oían los silbidos de los gomeros comunicándose con quienes en el barco manejaban este lenguaje.

Díaz Lorenzo recuerda que cinco años después de la puesta en servicio del ferry Benchijigua, el crecimiento de la línea La Gomera-Los Cristianos era tal que el barco se había quedado pequeño. La oferta resultaba insuficiente, pese al incremento del número de frecuencias en fechas determinadas.

El 4 de octubre de 1980 se produjo el relevo en la línea La Gomera-Los Cristianos en el puerto de San Sebastián, en medio de una gran expectación y ambiente festivo y a primera hora del día siguiente quedó incorporado al servicio. El primer Benchijigua había sido rebautizado Betancuria e iniciaría poco después una nueva línea entre Corralejo y Playa Blanca.

El funcionamiento del segundo Benchijigua coincidió con uno de los momentos más penosos vividos en la isla, como fue el grave incendio forestal que tuvo lugar en septiembre de 1984. En aquel percance perdieron la vida  una veintena de personas, entre ellas quien entonces era gobernador civil de la provincia, Francisco Afonso Carrillo.

La triste ironía fue que este desafortunado incidente tuvo contradictoriamente como consecuencia que dio más fuerza a las presiones de los gomeros para construir un aeropuerto. De esta forma se podrían salvar más vidas frente a tragedias semejantes o simplemente atender urgencias.

Comentarios
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.165

Todavía no hay comentarios

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.