La Justicia avala el despido de un trabajador que vendía palés a espalda de su empresa
La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha avalado el despido a un trabajador de una empresa de transportes que se dedicaba a vender palés a 4 euros a espaldas de la compañía.
El hombre trabajaba como repartidor desde el almacén de la empresa y era el encargado de la entrega de mercancías en toda la isla.
El despido disciplinario se confirmó a finales de 2022 como una infracción “muy grave” al considerar la empresa que se había “traicionado la confianza especial y absoluta para gestionar su mercancía”.
Los hechos salen a la luz cuando pocas fechas antes, cuando uno de los conductores se encuentra con el sancionado quien al ver que el recorrido no era el habitual lo sigue y ve que para en una nave ajena donde descarga 15 palés que según se pudo comprobar vendía a 4 euros la unidad.
Al final se hizo un seguimiento a las piezas que salían del almacén, de las cuales no volvía ninguna.
La empresa contrató a un equipo de detectives quienes confirmaron distintas descargas y ventas que en un día concreto llegaron a sumar hasta 50 unidades aunque esta actividad se demostró luego que era habitual. Una vez descubierto el trabajador dijo que había pedido permiso a un encargado de ventas porque necesitaba el dinero para su familia.
Durante el proceso judicial trascendió que en realidad el jefe había recibido instrucciones para conservar los palés tras la pandemia ante el aumento de su precio.
El hombre trabajaba como repartidor desde el almacén de la empresa y era el encargado de la entrega de mercancías en toda la isla.
El despido disciplinario se confirmó a finales de 2022 como una infracción “muy grave” al considerar la empresa que se había “traicionado la confianza especial y absoluta para gestionar su mercancía”.
Los hechos salen a la luz cuando pocas fechas antes, cuando uno de los conductores se encuentra con el sancionado quien al ver que el recorrido no era el habitual lo sigue y ve que para en una nave ajena donde descarga 15 palés que según se pudo comprobar vendía a 4 euros la unidad.
Al final se hizo un seguimiento a las piezas que salían del almacén, de las cuales no volvía ninguna.
La empresa contrató a un equipo de detectives quienes confirmaron distintas descargas y ventas que en un día concreto llegaron a sumar hasta 50 unidades aunque esta actividad se demostró luego que era habitual. Una vez descubierto el trabajador dijo que había pedido permiso a un encargado de ventas porque necesitaba el dinero para su familia.
Durante el proceso judicial trascendió que en realidad el jefe había recibido instrucciones para conservar los palés tras la pandemia ante el aumento de su precio.
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